... la sangre altera.



Sí. Ya lo sé. Aún nos queda casi un mes para la llegada de la más florida de las estaciones y un poco más para franquear el tan deseado paso entre el horario de invierno y el de verano. Pero, a pesar de ello, ya se puede apreciar como las horas de luz han ido en aumento y como la claridad de los días ha ganado intensidad.

Ya se afanan (los encargados de hacerlo) en dar lustre a nuestros parques y jardines. El olor a hierba recién cortada; olvidado por un tiempo; nos saca de nuestro letargo anunciando el nuevo orden de cosas cuya proximidad ya resulta evidente.

Arbustos y árboles no son ajenos a esta circunstancia y, los más impacientes de ellos, como camelias o mimosas, ya lucen las primeras flores. El resto, aquellos cuyas ramas aún permanecen desnudas, no dejan de mostrar los incipientes brotes que solo aguardan un poco de buen tiempo para poder abrirse y poblar de intenso verde el paisaje.

Como humildad, pero en gran número, las margaritas ya alfombran de blanco con sus pétalos los prados mientras desafían a las heladas más rezagadas del invierno.

Las aves, aquí y allá, laboran presurosas y diligentes en busca de materiales con los que construir y acondicionar los nidos para sus futuros retoños.

El aire se convierte en vehículo de olores y sustancias que hasta hace bien poco dormitaban y los que, como yo, padecen algún tipo de alergia pueden dar buena cuenta de ello.

Adolescentes que despiertan al amor con sus besos furtivos e inocentes mientras dejan al descubierto, un poco a destiempo todavía, una porción cada vez mayor de su piel, como si quisieran atrapar, incluso, los más sutiles y mortecinos rayos del sol.

Aún nos quedan por delante jornadas grises e intempestivas pero sabiendo que, a partir de ahora, por muy duros e inclementes que sean sus ataques, no podrán ganar esta guerra.

No dejará de haber quien prefiera obviar todo esto y continuar con sus quehaceres como si nada de lo dicho estuviera pasando. Incluso habrá quienes sufran con la llegada del equinoccio por verse excluidos del sentir general a la vez que sobrepasados por el hecho de tener que cargar con sus propias vicisitudes.

A nadie se le escapa que la Diosa Fortuna no sonríe por igual a todo el mundo; pero, aunque sé que peco de ingenuo, es mi deseo, para este renacer anual que ya se vislumbra próximo, que todos podamos absorber un poquito de esa energía renovadora que viene a impregnar nuestro pedazo de mundo.

Comentarios

  1. es una epoca muy bella del año...

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  2. Buenos dias Qarpatian....tus palabras son de esperanza e ilusión por esta nueva estación que se acerca, que como todas tiene lo bueno y lo malo, sobretodo porque yo comparto su problemilla con la alergia, pero...es cierto que en especial ésta, nos concede matices, colores, sensaciones y olores que son bien diferentes...y que si nos paramos un instante y las apreciamos pueden resultar muy agradables.

    Seguramente aun quedaran días grises como tu comentas, pero sabemos hacia donde vamos y eso es esperanzador...pues estos pasaran...

    Bueno no me enrollo más...solo agradecerle este rayito de buen royo y optimismo....me da energía para afrontar el día con positividad...y me dan ganas de amar....es lo que tiene la primavera...que la sangre altera como bien dice tu titulo....aun mas?????uuuuuuuuuuuuuuffffffff....mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

    Un abrazo muy grande

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  3. Pues sí Q. renovarse o morir :) y sobretodo detenernos y oler, escuchar, saborear lo nuevo que llega, e impregnarnos de esas ganas de renacer.

    Un beso.

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  4. Me encanta ver cómo los días se alargan, como la calidez del sol va haciendo despertar las plantas, la sangre cambia, te invita a hacer muchas mas cosas....es cierto, renacemos.

    Un beso.

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  5. Soy muy consciente de que en tus latitudes lo que se apróxima es el otoño, mey{MDP}.

    No obstante, no sé muy bien si para animar tu espíritu o todo lo contrario, que sepas que en el norte la luz comienza a ganarle la partida a las sombras.

    Un beso y gracias por estar ahí.

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  6. Rayos de luz..., los que tú desprendes cada vez que visitas este sitio.

    Que el sentimiento que, parece, comienza a invadirlo todo se vaya haciendo más y más intenso hasta que las palabras carezcan de sentido y podamos limitarnos únicamente a sentir.

    Un abrazote dánae.

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  7. Por supuesto, sialbeya.

    Que este nuevo tiempo que comienza nos sirva para desprendernos de todo aquello que nos lastra para, así, poder dejar sitio a nuevos brotes que renueven y rejuvenezcan nuestra alma.

    Un saludo.

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  8. Estoy contigo, minerva.

    Es más. Seguro que la primavera en tierras andaluzas es algo digno de ser contemplado y, algún día, me gustaría poder experimentarla en carne propia.

    Entre tanto, disfrutaré de la asturiana que, por conocida, no deja de ser expectacular.

    Besos.

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