Diferencias



En mi forma de entender los fundamentos de una relación D/s, siempre he intentado no crearme un excesivo distanciamiento con lo que, se supone, han de ser las conductas más básicas de trato y comportamiento en cualquier otro ámbito social. Muchas veces (al menos esa es mi opinión) se tiende a establecer una diferenciación superlativa entre las prácticas bdsm y las que se dan en, lo que se a dado en llamar, el entorno “vainilla”. Lo cierto es que las coincidencias entre unas y otras son muchas más de las que pueda parecer en un principio  y que; dependiendo de cada cual, claro está; resulta bastante positivo potenciarlas.

Curiosamente, y esto no es más que otra de mis divagaciones personales, si que he observado que existe cierta tendencia a incidir en el establecimiento de diferencias cuando no es necesario y, en cambio, se tratan de sortear las que resultan verdaderamente importantes. Intentaré explicarme.

No pienso que entre dominantes y sometidos tenga que existir una constante y estricta rigidez de trato (por supuesto, siempre se tienen que establecer ciertos criterios, pero sin caer nunca en extremismos). Muchas veces se suele incidir en formalismos y se tienden a olvidar las cuestiones de fondo.

Lo cierto es que, en una relación D/s, no existen la igualdad y este es un punto que, muchas veces, no parece ser tenido en cuenta. Por supuesto, ha de existir un consenso y, aquí, cualquier dominante a de poner todo su empeño para que, desde el inicio, quede clara su postura y nadie se lleve a engaños. Al margen de sempiterno e inútil debate sobre la superioridad de uno u otro sexo (cuyos planteamientos se me antojan peregrinos en ambos casos), quien ejerza el dominio, independientemente de su condición, tiene el control. Que duda cabe que, este hecho, también lleva aparejada la responsabilidad y, esto último, es algo que tampoco se suele tener demasiado presente.


¿Qué quiero decir con esto? Pues, ni más ni menos que…, la sumisa o el sumiso que haya decidido dar el paso que conduce a la verdadera entrega tiene su propio derecho a veto, puede decir “NO” en un momento determinado y puede poner fin a una práctica o situación concreta; pero eso no quiere decir que pueda, ni deba, estar haciendo un uso permanente de esa prebenda porque, una de dos, o su Am@ no le merece la debida confianza (y por lo tanto, pocas posibilidades existirán de que se establezca el indispensable vinculo entre ambos) o, por el contrario, simplemente se está limitando a arrimar el ascua a su sardina para quedarse solamente con aquellas cuestiones que le reportan una satisfacción personal, olvidándose, de paso, de lo que significa realmente la sumisión.

Con esto quiero dejar claro que son l@s dominantes quienes tienen el mando, quienes marcan las prácticas y los tiempos. También, claro está, se han de mostrar consecuentes y velar, sin duda alguna, por la integridad y seguridad de sus sometidos. Pero, este hecho, no conlleva en ningún caso que se pueda estar cuestionando de forma continuada sus decisiones ni, tampoco, que se traten de eludir las directrices que tengan a bien imponer.


Respecto a esto último, hay ocasiones en las que se suele olvidar ese hecho diferenciador que he mencionado antes, y es que, hay veces (demasiadas veces en mi opinión) que tanto sumisas como sumisos acaban recurriendo al chantaje emocional para eludir las obligaciones propias de su condición. “Si me quieres, no me hagas esto”. Seguro que a más de uno y de una esta frase le resultará familiar y, al ponerla aquí de relieve, no quiero decir que una relación D/s tenga que estar exenta de sentimientos, pero si que, estos, no deben emplearse como un pretexto para evitar mostrar la debida obediencia (una vez se entra en esa dinámica, resulta muy complicado salir) y, no sé en el caso de otros dominantes, pero, en el mío, este hecho no solo decepciona profundamente, si no que, además, tiende a provocar en mí justamente la respuesta contraria. Tampoco yo carezco de sentimientos y, aunque me duela, si veo que se trata de coartar mi autoridad como Amo, no dudaré en tomar las medidas que estime oportunas.


Como de costumbre, esta es mi opinión y no pretendo hacerla extensible a nadie. Solo deseo aportar mi sentir y compartir el vuestro.

Un saludo para todos los visitantes de esta ciudad.



Comentarios

  1. Mmmmmm.... acabo de leer las palabritas de mi Amo en tus líneas, jejeje.
    Cariños.

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  2. ...entonces,eso significa que no soy el único que hace gala de esa visión.

    Un cariñoso y cómplice saludo para tu Amo y para ti, Sweet.

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  3. Buenas tardes...
    Sinceramente al inicio de "investigar" este mundo, sentía que nada tenía que ver con las relaciones convencionales, o vainillas, me parecía mas artificial e impuesto el comportamiento de unos y otros, pero a medida que descubro a Tu lado mi camino, me doy cuenta de que no es tan diferente del mundo vainilla.
    Creo que hay un trazo diferenciador esencial y es la obediencia elegida de la sumisa a su Amo. Sobre la igualdad es cierto que teóricamente en las relaciones vainilla existe entre las partes, pero en la realidad, incluso en estas se crea normalmente, aunque quizás no tan marcado, ni constante, ni reconocido, una figura dominante, o como suelen decir, quien lleva los pantalones…
    En el mundo D/s creo que se acepta, es mas se busca esta desigualdad entre las partes, en la que una dirige y la otra obedece, pero no porque la situación lo lleve, sino porque desde inicio se elige asi, por eso, creo que mientras cada uno se mantenga en el sitio que le corresponde, el que ha elegido la relación funciona, en cuanto se intenta cambiar, ya sea por medios directos o manipulaciones ocultas, se pierde el equilibrio y deja de funcionar.
    Me ha parecido muy interesante el apunte que has hecho de la responsabilidad del Dominante…y creo que es un buen tema para desarrollar….puedo hacer una instancia solicitando tema? que curiosona eh?jejeje
    Bueno no me enrollo más que no quiero darte mas trabajo.
    A Tus pies mi Señor.
    Un besito gordote.

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  4. Muy interesante su artículo Señor, son interesantes la matizaciones que me aportan saber diferenciar la fina linea en las distintas situaciones....
    Gracias por dejar constancia desde su punto de vista.
    Un cordial saludo y un besito a su bella dana.

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  5. Ay..., mi pequeña dana.

    Me encanta ver como dejas que tu mente intente explorar los nuevos confines en los que has decidido adentrarte. pero, recuerda, todo es relativo y..., aunque sé que lo sabes y no aspiras a hacer de tu sentir cruzada, siempre resulta conveniente permanecer atentos y no bajar la guardia.

    Sobre tu propuesta para un nuevo tema, no sé, déjame pensarlo...

    Un beso y un azote, mi sierva.

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  6. Gracias a ti magnolia. Espero haberte sido de ayuda, aunque, tampoco te apoyes demasiado en mis reflexiones para orientar tus pasos.

    Un saludo y ..., suerte.

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