Humildad con mayúsculas.
No han sido pocas las ocasiones
en que…, la Fundación
encargada de otorgar los prestigiosos galardones que acoge nuestra tierra, se
ha dejado llevar en su elección por consideraciones del momento, políticas o
interesadas.
Pero…, en absoluto han faltado los
aciertos a la hora de decantarse por el respaldo hacia espíritus e ideales
generosos y nobles (ocasiones que no voy a pararme a enumerar por no ser este
ni el momento ni el lugar).
En la presente edición, no puedo
más que elogiar el buen criterio mostrado a este respecto y, como ejemplo de
ello, si cabe, solo apuntar el reconocimiento del que ha sido mención el inapelable
altruismo de todas esas personas anónimas que se enfrentaron (y se enfrentan)
al terror del átomo en la maltrecha central nuclear de Fukushima.
No obstante, de entre todas las
frases que en estos días nos regalan por estos lares me quedo con una que,
aquí, creo que resulta bastante apropiada.
Cuando escribes eres un principiante…
No tienes ninguna sensación de mando.
Leonard Cohen. (Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2011).
Cuantas cosas aún por aprender. ¡¡Fascinante!!
No hay nada mejor que como bien dices que la satisfacción de aprender y vislumbrar cuanto queda y tienes posibilidad de alcanzar.
ResponderEliminarMe alegro de verte disfrutar...
Un gran beso mi Señor
A Tus pies
Eso es lo bonito, ¿no? Saber que quedan retos por superar y..., aunque muchas veces cueste alcanzarlos, siempre resultan gratificantes una vez se consiguen.
ResponderEliminarUn beso y un azote, mi dulce dana.