Lluvia.
Hoy la lluvia me
visita
y con sus gotas
despierta
la tierra ya
aletargada.
Aires del norte que
avisan
del cambio que ya se
acerca
mientras la noche se
alarga.
Hojas cuyo verdor
se va tornando
parduzco
para desprenderse
lánguidas.
Y mi mente corre a ti
e imagino la humedad
sobre tu piel
escarchada.
El aroma de foresta
que, entre tus poros,
emana.
Como entre nieblas
grises
el paisaje se hace
duro,
roca desnuda en calma.
Luces,
don mortecino,
brillos sin sombra
clara.
A ti me lleva esta
brisa,
a ti entre oblicuas
aguas,
como un susurro ondulante
a través de la
distancia.
Con ondas de Tu susurro
ResponderEliminarllegaste a mí,
invadiendo mi cuerpo,
mojando mi cálido sueño.
Con la lluvia de tu tierra
viajaste a mí,
abrigándome con Tu mente,
recorriendo mi escarchada piel
con Tus firmes manos.
No hay distancia en esta noche
ni inclemencia en mi interior.
La foresta de mis poros
emanada por Tu presencia,
torna el frío calor
y la oscuridad en resplandor.
Te siento.
Te abrazo.
Te amo.
Mi húmedo cuerpo se hace Tuyo.