"Refalfiaos"



Hoy, mientras ojeaba el diario El Comercio; me he topado con un artículo del escritor Luís Díez Tejón titulado Lo que la crisis no consigue. En él planteaba la cuestión de si no estaríamos creando una generación de “refalfiaos” (término en bable que puede traducirse como: hastiados de cosas buenas).

Lo cierto es que, aunque el escrito en cuestión hacía referencia al contexto de crisis económica que estamos atravesando, tiene un trasfondo mucho más atemporal y universal que se traduce en dos frases que no tiene desperdicio y que me gustaría compartir con todos vosotros. Son las que siguen:

Es sabido que lo mucho se vuelve poco con desear un poco más, y que es más conveniente que lo poco se vaya volviendo mucho aunque sea a paso lento.

No satisfagáis nunca hasta la saciedad vuestros deseos; así os proporcionaréis placeres nuevos.

Para mí, estas palabras encierran una gran verdad y es que, muchas veces, hasta que no nos vienen mal dadas, no nos percatamos de lo bueno que era aquello que teníamos y que ignorábamos, criticábamos o; con altivo desdén; despreciábamos.

Como he dicho, son muchas las circunstancias en las que podrían aplicarse estas dos perlas del conocimiento cotidiano, por lo que creo que también encajan a la perfección con la temática que aquí se viene tratando. ¿No creéis?

Un saludo.


Comentarios

  1. Buenos dias mi Señor....debo reconocer que me han hecho pensar mucho estas preciosas y ciertas frases que se cruzaron en Tu camino, porque a mi me ocurre mucho, bien lo sabes, que pierdo la visión de lo que tengo y necesito, a veces, de recordatorios para valorarlo...

    No es que crea en el conformismo, tampoco es eso, pero si creo que debemos ser capaces de encontrar la felicidad entre lo que poseemos y que nuestros deseos no nos hagan perder, por alcanzar de nuevos, los deseos ya alcanzados.

    Por desgracia en demasiadas ocasiones cuando dejo de tener es cuando me doy cuenta de lo que tenía...

    Reflexiones como las que siempre me presentas me dan la oportunidad de recapacitar...soy afortunada de tenerte en mi vida....gracias mi Señor...

    Feliz día...
    A Tus pies mi Señor

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    1. Sé que no resulta fácil darse cuenta de este tipo de cuestiones cuando uno está inmerso en la vorágine del momento. Pero, precisamente, por eso es tan importante que lo tengamos en cuenta el mayor tiempo posible. Solo de esa forma iremos siendo capaces de aplicarlo con realmente sea necesario.

      Un beso y un azote mi dulce dana.

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  2. Sin duda no hay que aspirar a más de lo que se pueda, ir con prisas, sin valorar lo que se tiene y sin afianzar lo primordial. Cierto es que, lo que yo llamo "desepero", jeje, a mi personalmente me juega malas pasadas a veces.

    Dosificar nuestros deseos, controlar la impaciencia, valorar lo que nos dan y nos ofrecen, buffff, se me acumula el trabajo.

    Un saludo.

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    1. Me hago cargo de esa sensación que describes tan bien y…, ¿qué decirte? Un poco lo mismo que a dana. No es fácil, nada fácil llevar a la práctica la idea en sí, por muy lógica que nos parezca a todos cuando la pensamos en frío, pero ahí es donde reside su mérito.

      Un cordial saludo tanto para tu Señor como para ti.

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