El lecho.
Sobre el mullido
paisaje de una dunas de satén,
al compás de unas olas
por cuyos pliegues respira,
aguarda mi nave
anclada una nueva singladura
mecida por el deseo de
zarpar en buena hora.
Sobre un tablero de
juego, apto tan solo a iniciados,
listo para un combate
de sentidos y sentires,
se disponen
estrategias en busca de la victoria
que solo será obtenida
cuando se alcance el empate.
Sobre torno de
alfarero colocada está la arcilla
a la espera de unas
manos que vengan a darle forma
y dote a su cuerpo virgen,
con movimientos precisos,
de un alma que la
acompañe por el resto de sus días.
Sobre una cama
tendida, desnuda su piel, en calma,
ofreciéndose sublime,
sin aspirar más a nada,
descubre una nueva
esencia, fuera de toda medida,
aquella que se me
entrega con su quietud desbocada.
Quisiera permanecer allí donde Tu deseo me llevara, saberme en el lugar justo donde me esperaras, siempre desnuda y aguardar a nada más que Tus anhelos.
ResponderEliminarUn nuevo regalo para mí a través de Tus palabras, que hacen dibujar sobre lienzos blancos con preciosos versos.
Me encantó, pero sobretodo me volvió loca el final, aunque ya debes saberlo.."aquella que se entrega con su quietud desbocada" uuuuffff mi Señor....uuuuuffffff
A Tus pies. Feliz día tengáis!
Disfruta entonces de las palabras y los sentimientos que estas te trasmiten. Disfruta del modo en que tu mente visita tan anhelados paisajes. Disfruta, en fin, de tu entrega y ven a mi y a mi cálida alcoba.
EliminarUn beso y un azote.