La cadena.



Como cuentas engarzadas,
que un día tras otro se unen,
se van disponiendo los logros,
sencilla virtud cotidiana.

Con pausado y claro empeño
se van ensamblando las metas,
unas y otras sumando,
dando forma a la cadena.

Eslabones que, en sí mismos,
no son nada separados,
mas, unidos, cobran fuerza
y refrenan tempestades.

Injusta la fama que arrastran,
símbolo son de desmanes,
pero su peso no es carga
si sostiene voluntades.

Comentarios

  1. Precioso poema, por su fondo y por su forma, no me canso de leerlo, y de que me muestre tras esos versos aquellos sentimientos que reflejan, o que, por lo menos, a mi me transmiten.

    Pocas cosas son buenas o malas en si mismas, como siempre dependerán del uso que les demos. En este caso, para mí, la belleza de su creación es exquisita.

    No hay nada más placentero que ver junto a Ti como se forman las anillas a base de etapas forjadas, ir uniéndonos con su firmeza a través del trabajo y el deseo compartido de darle forma.

    No es pesada carga cuando el nexo es contigo, sino que asegura el amarre tanto tiempo anhelado.

    Cuidaré cada eslabón para que no se suelten...Quiero permanecer bien atada a Ti.

    Gracias mi Señor por confiar y hacerlo posible.

    A Tus pies
    Dulces caricias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y no olvides, dulce sierva, que la cadena también es asidero al cual sujetarse cuando arrecia el oleaje, guía en la niebla cuando el camino no se distingue, seguro al que amarrar aquello que más apreciamos.

      Un beso y un azote.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares