Malintencionados.



No sé si es por el olor que emana de la tierra empapada, por la luz mortecina de estas tardes otoñales o por el crepitar de mis pisadas sobre la helada nocturna. Lo cierto es que todos los años, cuando el clima va mudando sensaciones y apariencias, me da por ponerme reflexivo.

Son fechas complicadas para muchas personas y, lo que tienen de señaladas, no siempre es agradable de recordar. Muy al contrario de lo que pretende vendernos a través de spots y campañas varias, comienza a gestarse un ambiente de “mala leche” bastante evidente. La buena voluntad, ligada a la paz en la tierra, se esfuma como por ensalmo y, en lugar de centrarnos en lo que hemos ganado, fijamos nuestra atención en lo que hemos perdido, o, lo que es peor, en lo que otros tienen, por poco que sea, y de lo que nosotros carecemos.

Sin duda, no corren buenos tiempos, pocas son las razones para el optimismo, pero… ¿por ello hemos de estar amargados más de lo necesario? Veo señales en estos días que evidencian una envidia malsana y exacerbada; veo a personas que sufren al ver los dones que otros han obtenido a costa de tiempo, esfuerzo y trabajo; veo críticas gratuitas que denotan una acritud ponzoñosa y malintencionada. Veo, al fin, a toda esa gente que no ha mucho se vanagloriaba de tenerlo todo sin haber movido un dedo, recelar de los logros ajenos fruto de un tesón pausado y sin estridencias.

Los compadezco y eso los enerva aún más. Lo siento. No es mi intención ser causante de pesares. Que otros pierdan nunca debería ser motivo de alborozo. Ténganlo bien presente aquellos cuya felicidad dependa de las desgracias del prójimo. El abismo que anhelan presenciar bajo los pies de otros se hace grande bajo los suyos, amenazando con engullirlos de forma aterradora e inmisericorde a la guarida de una bestia que jamás suelta a su presa.

Sé que son palabras muy extrañas las que hoy os ofrezco. Sé que su sentido no será bien calibrado. Pero son las palabras que hoy han brotado de esta mente como conjuro a las sombras que vienen a empañar las cotidianas hazañas de las que, , podemos estar orgullosos por pequeñas que sean. Despreciarlas es, sin duda, el único recurso que les queda a las almas ruines e infectas. Sentir en sus bocas el sabor de su propia hiel será el castigo a su falta.

Perdonadme por la negrura con la que he teñido a la ciudad en esta jornada, mas no es por tristeza o desesperanza, es por la rabia que me causan tantos y tantos agentes tóxicos como hay llorando porque no se les considere personas.

Un saludo a todos y, nuevamente, mis disculpas.

Comentarios

  1. Yo al menos, mi Señor, no tengo nada que perdonarte, porque esa negrura que expresas forma parte también de nuestro a día a día, todos, quien mas quien menos, lidiamos diario con esas situaciones que Tu expresas y si has tenido a bien reflejarlo aquí en la ciudad, bien hecho está.

    Sobra decir que yo quisiera que Tu mirada jamás tuviera que ver más que la belleza y la alegría de la vida, pero por desgracia no ostento tal poder, y con Tu capacidad de observación verás con HD también la parte oscura de las personas.

    No es por justificarlas, pero hay ocasiones que tu pesar interior es tan grande que solo encuentras consuelo en quienes están peor que tu y recelas de aquellos que poseen, sin valorar como ni porque, aquel pequeño sueño que tu persigues o que has perdido.

    Realmente es para compadecernos de estas personas, porque es muy muy triste encontrarse en esa situación de desesperanza y desconsuelo.

    Todos tenemos sueños, todos vemos incumplidos deseos. La vida tiene palos para todos, aunque es cierto que hay épocas que sientes que la vida se está cebando contigo y te han tocado todas las malas cartas…En esos momentos es difícil ver mas allá de tu puro dolor y frustración, pero cuando pasa un tiempito y las cosas vuelven a su lugar eres capaz de ver con más objetividad y quizás descubrir que había también motivos para sonreír…siempre se puede estar peor...

    Sé que quien me vea a mí, quien pueda sentir mi felicidad, podrá creer que pienso de este modo porque todo me va de cara, porque vivo un momento dulce, y así es, realmente cuando tanta gente sufre, yo tengo la fortuna de sentir gozo en mi interior, no porque lo tenga todo, pero si porque valoro muchísimo lo que poseo, porque he luchado mucho en mi vida (aunque no se vea) por sentir muchas de las cosas que ahora siento.

    Parece que esté mal en estos días sentirse afortunado, casi debemos irnos disculpando por sonreír y por expresar nuestra felicidad, pero yo creo que no hay peor cosa que la negatividad y el contagioso desanimo, pues de ese modo, cualquier luz que veamos creeremos que solo es un reflejo, una ilusión y dejaremos con nuestra apatía de disfrutar de una oportunidad.

    Se lleva mucho hoy en día el “para que…total…” y es una gran epidemia, causando además muchas envidias y resentimientos hacia aquellos que se cogen a un clavo ardiendo por tal de subsistir y vivir con la alegría y el agradecimiento de aquello que tienen.

    Y ya para acabar, creo que en estos momentos en que vivimos, y en especial en esta época prenavideña, odiosa para muchos, debemos recogernos, mirar con sinceridad aquello que tenemos y buscar, por pequeño que sea, un motor que nos impulse, un motivo para luchar, un porque para aferrarnos a la felicidad, por efímera que sea, porque al final, es lo que nos llevamos. Olvidemos las comparativas, no tenemos todos los datos y no seremos capaces de hacer un juicio justo.

    Yo, hoy por hoy, sólo puedo agradecer lo que tengo, que para mi es muchísimo, y seguir trabajando por cumplir mis deseos y rogar a la vida que mantenga cuanto poseo.

    En el fondo, que te envidien no es malo, no para Ti, al menos…Yo siempre te he dicho que si no fuera yo misma, me envidiaría y lo mantengo…¿Cómo no envidiarme siendo Tu sierva?

    Soy tan egoísta que (me da corte decirlo)….mi deseo hoy es que te envidien, un poquitín al menos, por tenerme como Tu posesión…todo lo bueno es envidiable…y yo quiero serlo…jijij

    Te mando un besin muy dulce para que aflore Tu sonrisa y la negror de la ciudad se difumine un poquitín…y si lo deseas…te daré también….mmmmm…unos arrumacos? Unas caricas? Unos achuchones? Unos…mmmmm…sigo?? O lo hacemos en privado???...mejor verdad???...

    Siempre dispuesta para Ti.
    A Tus pies.

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  2. Por cierto, se me olvidó decirte....!QUE FOTO MAS BUENA!!!....me ha encantado...(que malucha soy...pero me trae recuerdos...jiji)

    Mas besines

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  3. Admiro tu arrojo por intentar hacer de abogada del diablo, pero hay personas que con la defensa les sucede lo mismo que con cualquier otra clase de ayuda: si no la quieren poco se puede hacer.

    No obstante, no te preocupes. Tampoco se trata de algo que afecte mi sentir. Únicamente, surgió así y tenía la necesidad de expresarlo.

    Me alegro que le hayas podido sacar un punto positivo a la entrada e intentaré buscar otra luz no tan oscura para las próximas.

    Un beso y un azote, mi sierva.

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  4. Jeje!! hoy hemos cruzado pensamientos!! justo hoy escribí en mi blog sobre la negatividad de ciertos seres... y para nada creo que hayas teñido de negrura esta linda ciudad, más bien nos dejas ver algo de ti.. y eso siempre enriquece a quien quiere ver con ojos y mente abierta.
    Y.. totalmente de acuerdo, of course!!

    Besines positivos!!

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    1. Espero que no todas nuestras coincidencias resulten del mismo calibre, pues existiría el riesgo de generar reacciones de carácter bastante tenebroso.

      Aunque, no creo que ese sea el caso ¿verdad?

      Muchísimas gracias por tu aporte de positividad.

      Recibe un cordial saludo.


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