La mirada etílica.


A través del cristal de este vaso que sujeto
puede observarse un entorno ilusorio y deformado;
pero es la esencia en él depositada, son los recuerdos en él contenidos,
lo que tiñe con su brillo esa escena mágicamente albergada.

El aroma del licor precipitado
trasporta a mi mente a otro tiempo;
tiempo de inicio, ilusión y esperanza;
donde la solera de ese caldo aún estaba por definir.

Sus matices son distintos
y en boca deja otro gusto,
pero ahora, más añejo; siendo esa vejez virtud;
llega el momento de disfrutar la recompensa de una espera paciente.

Dejo que me invada una moderada euforia
enmarcada en el mismo escenario que, otrora, supuso un comienzo
y, entre nostálgicos vapores de buen vino y recias viandas,
dibujo en el aire, como en un lienzo, la precisión de un instante.

Hoy, como ayer, me acompañan las voces de los viajeros;
cada una con una historia, su procedencia y destino;
y hoy, como ayer, sirven de fondo a un sentimiento secreto
que, estando a la vista de todos, se mueve sin hacer ruido.

Alzo mi copa pensando lo curioso de esta hora
donde apenas ha cambiado la foto en ella acotada;
pero todo ello a sabiendas del increíble y condensado trasfondo
que, en lo más hondo de su seno, lleva ahora alojado.




Comentarios

  1. Muchos son los pensamientos y sus allegadas sensaciones cuando leo estas palabras, o mejor dicho, conociendo la inspiración de ellas, y me gustaría compartir algunos de ellos aquí en Tu ciudad, aunque no dudo que Tu lo conozcas a la perfección...
     
    Me transmite la ilusión de un comienzo, la posibilidad de dar forma a un deseo en Ti floreciente, creyendo que quizás esta vez si fuera posible, y a través de ello, la fe depositada en mi para darme la oportunidad de demostrar quién soy y como siento. De ello el valor por asumir el riesgo que todo inicio conlleva, siendo osado al apostar por mí, por esta relación que nació de forma atípica y con impedimentos que, a simple vista, a muchos hubiera tirado para atrás, sin siquiera intentarlo.
     
    De esa confianza incipiente fuiste instaurando formas y haciendo juicios que serían las bases de una aún, para mí, incomprendida unión, y aunque vieras la belleza de este enlace también tuviste que vencer miedos que te hirieron y desconfianzas que rasgaban cuanto Tu pensabas ofrecer.
     
    Todo sentir descontrolado era cuando yo podía entregar, así como inimaginables tormentos que ocultaba sin querer que fueran Tuyos, creyendo que podría mantenerlos bajo esa pesada losa que les privaba de ser vistos. Eres mágico, mi Señor… lo que se suponía debía asustarme fue mi liberación y un nuevo comienzo para esta alma desterrada y, mi cuerpo, surgido de las cenizas volvió a respirar, volvió a reír y a llorar, esas lágrimas que Tu no deseas pero que desbloquearon mi estanqueidad.
     
    Muchas han sido las decepciones que te he dado, demasiado el dolor infligido por mis descuidos, retos repletos de orgullo y temores expertos, pero aquí sigues, y aún tienes la valentía de creer, de ver una recompensa a esa dedicación y a ese trabajo sobre mi aplicado, y mucho lo que puedes enseñarme para que esta esencia que aún está naciente te dé aquello que anhelas, aquello que confías puedo darte, y aquello que yo, plena de confianza en Ti, en nosotros, creo puedo darte, aun no sé qué, aun no sé cómo, pero si Tu lo sientes yo así lo creo.
     
    No tengo dudas de que vendrán tormentas, de que sentiré otra vez la agonía de nuevas hazañas, pero este tiempo contigo me ha demostrado que sabes que quieres…me quieres a mí, y me quieres no de forma pasajera o sólo para satisfacer esas necesidades de Dominio que tanto disfrutamos, sino para compartir Tu vida, ese día a día en el que me permites estar, y me entregas cuanto eres.
     
    Sigo anhelando entregarte cuanto yo soy, igual que esos primeros días pero hoy con el conocimiento que este tiempo me ha otorgado, pero hoy con esa confianza que me hace sentirme segura, a salvo de mis miedos y liberada para ofrecerte mi verdad, lo bueno y lo malo que poseo…
     
    Me sigo sorprendiendo, y creo lo haré siempre de que vieras en mi algo que yo solo sentía sin reconocer, que sigas trabajándome para hacer de mí una buena sierva para Ti, y que día a día me hagas feliz como no pensaba que fuera posible, dándome de nuevo la vida para que yo te la ofrezca…
     
    Cuantas sensaciones dormitan tras esas palabras, cuanto podría dejar fluir…pero voy a silenciar mis palabras aquí, aunque no mis sentimientos para no amargar a los ciudadanos con mis desvaríos…que ya bastante me he alargado…

    Gracias mi Señor por vivir este sueño tan intensamente conmigo…Quiera la vida seguir concediéndonoslo…
     
    Feliz día
    Besines dulces
    A Tus pies
     

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para no extenderme demasiado..., me voy a quedar, tan solo, con una de las muchas cosas que has enumerado.

      ¿¡Mágico!? Si por magia te refieres a la capacidad de percibir lo que está a la vista de cualquiera que observe con un mínimo de interés, entonces sí, he de admitir que soy mágico.

      La pregunta, no obstante, sería: ¿acaso existe algún tipo de impedimento que excluya a los demás de disfrutar de ese tipo de "magia"?

      Un beso y un azote, mi dulce, y extrañamente sorprendida, sierva.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares