Provocando.
Te haces la distraída,
como si no pasara
nada,
aparentando que, ni
tan siquiera, te percatas de mi presencia,
como si la cosa no
fuera contigo.
Pero, por otro lado,
no dejas de llamar mi atención
y… lo haces
conscientemente,
del mismo modo en que
lo haría un animalillo travieso e hiperactivo
que únicamente busca
que retocen con él.
Ruidosamente, tu
invitación se hace ostensible,
aunque no la expreses
con palabras,
y toda la casa se
estremece ante el manifiesto ímpetu
que desprenden tus
acciones.
Finges no estar
pendiente, sí,
mas no buscas pasar
desapercibida,
y entre tanto;
mediante todas las artes de que dispones;
te afanas por dar salida
a una intención no revelada.
Se hace entonces el
silencio
y…, escudada en la
sospecha,
consigues al fin
intrigarme
y que abandone mi inacción.
Tientas mi curiosidad
adoptando, ahora, el
sigilo,
pero siempre asomando
un poquito...
...no sea que no te
encuentre.
El sutíl arte de seducción de las damas mi estimado amigo, muy buenos días Caballero.
ResponderEliminarSutileza que..., a veces, no lo es tanto, pero que; independientemente a su grado de notoriedad; nos saca de la apatía y muy pocas veces nos deja indiferentes.
EliminarUn fuerte abrazo mi estimado compañero.
Es tanto el deseo que me embarga cuando me hallo en Tu presencia que sin exigencia muestro mis anhelos, sutil expongo cuanto te pertenece suplicando que en algun descuido roces mi querer y sea mutuo entonces...
ResponderEliminarEn realidad no es algo premeditado, y hasta Tu reacción no me había dado cuenta, pero hoy veo que ante Ti dejo que fluya aquello que siento, expreso sin pensar mi mas interior anhelo y lo expongo de ese modo ante Tu mirada, esperanzada pero sin exigencia...
Como siempre aciertas mis reflexiones de estos días porque me has hecho ver lo desinhibida que estoy para Ti, como poco a poco venzo mis miedos y la confianza me permite ser sin vergüenza, hablarte con todo mi ser, y que aquella parte mas instintiva aparezca...
Es precioso leer como Tu lo has vivido, como me vas conociendo cada dia mas y como, me aceptas y me quieres...
Emocionada mi Señor... Como no???
Gracias...
Besines dulces
Afirmas, dulce sierva, que no es esto algo que surja de ti de un modo premeditado. En ese caso; aunque tal vez pueda estar errado en mis apreciaciones; solo conseguiría explicármelo si se tratara de característica innata en ti.
EliminarPor otro lado; es posible que ni a ti ni a mi nos lo pareciera porque aún no se habían dado las circunstancias para que ese rasgo pudiera aflorar con naturalidad.
En todo caso, ahora que ambos sabemos que existe, podemos añadirlo a ese cúmulo de vivencias que compartimos y tenerlo presente como un ingrediente más de esa particular receta que, entre los dos, conformamos.
Un beso y un azote, mi dulce y autodescubierta sierva.