Otoño lúdico.


El otoño puede calificarse; sin duda; como la estación más bucólica de todo el año. Fue, en su día, una fuente de inspiración inagotable para los poetas románticos, pues refleja a la perfección el carácter efímero por el que se rige el orden natural, la invariable e irreversible decrepitud de todo cuanto nos rodea y la imposibilidad física de ganarle la partida al inexorable paso del tiempo.

Para los integrantes de la ludoteca, en cambio; acostumbrados como están a vivir cada día como si no existiera un mañana; el otoño resulta ser una oportunidad inmejorable para poner en práctica toda una serie de “chanzas” para las que, durante este tiempo, parecen estar sobradamente provistos.


Esto no quiere decir que no sepan aprovechar la actual coyuntura ambiental para; imbuidos del espíritu melancólico y taciturno que, en ocasiones, sugiere; sumergirse en lo que, a su juicio, resultan ser profundas reflexiones solo aptas para los intelectos más privilegiados.


Digan lo que digan, yo creo que el otoño es una oportunidad única para deleitarse en esa sencilla e íntima introspección que sugieren el cálido recogimiento y las acciones y gestos más cotidianos. Mientras en el exterior las condiciones van tornándose cada vez más desapacibles (aunque no por ello carentes de cierta belleza), cualquier rincón recogido; por muy simple que resulte en apariencia; puede resultar relajante, garante de un profundo sosiego, si se consigue aplicar esa calma necesaria que nos permita disfrutar con deleite de los pequeños placeres.



Un saludo a todos y que disfrutéis de un feliz y placentero finde. 


Comentarios

  1. Que decirte que no sepas?...
    Cualquier rincón, por sencillo que sea, compartido contigo se vuelve especial y digno de disfrutar con la calma de un instante mágico...

    Sus propuestas algo alocadas, como siempre, la Tuya...preciosa y apetecible...

    Cierto, me vendría muy bien...

    Besines dulces
    A Tus pies

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    Respuestas
    1. En ese caso..., lo único que resta es aprovechar la oportunidad de llevarlo a la práctica.

      Un beso y un azote, mi dulce y "pausada" sierva.

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