The advent of Grey.
Por fin ha llegado el día que
muchos estaban esperando. El estreno de la adaptación cinematográfica del “fenómeno Grey” copará, sin duda, un
buen número de salas de proyección; ayudando, de paso, a paliar momentáneamente
la acentuada crisis que dice padecer el sector. Al margen de la “caja” que permita obtener este film;
resulta innegable la expectación que ha conseguido despertar en multitud de
ámbitos (una prueba evidente es que, ahora mismo, en esta ciudad también se le
esté haciendo mención).
Pero…; y esta ha sido la
inquietud a la que ha tenido que estar haciendo frente el equipo lúdico durante
esta última semana; ¿qué pasará después? ¿Se verán satisfechas todas esas
expectativas generadas? ¿Conseguirá aportar algo nuevo con respecto a la visión
que, mayoritariamente, se viene haciendo en relación a las relaciones de índole
bdsm? ¿Abrirá nuevas líneas argumentales el ámbito puramente cinematográfico o
se revelará, tan solo, como la enésima vuelta de tuerca al socorrido recurso
basado en el concepto de “cuento de hadas”? ¿Quedará inscrita en los anales del
séptimo arte como una obra digna de consideración o pasará a ser, como otras
tantas, flor de un día destinada a un rápido y, por otro lado, rentable
consumo?
Todas ellas son cuestiones
interesantes que darían para abrir un intenso (y puede que hasta acalorado)
debate. Pero sobre lo que no albergo ninguna duda es que; independientemente de
su repercusión artística, mediática o económica; contribuirá a incrementar la
lívido de determinadas personas hasta unos niveles sin parangón.
Ahora bien. En cualquier caso, no
convendría dejarse llevar demasiado por la emoción, pues; si la trilogía novelada
de la que bebe esta cinta ya fue en su día origen de desencantos y desencuentros
entre algunas parejas y causa, más o menos directa, de ciertos sucesos
escabrosos derivados de un excesivo entusiasmo; no quiero ni imaginarme el
ingente número de incidentes a los que puede dar lugar un intento de adaptar
nuestras realidades a lo que pueda llegar a sugerirnos el visionado de la
ficción que se presenta en el largometraje.
En la ludoteca (aparte de
formularse a sí mismos una ingente batería de preguntas) ya están buscando el
modo de obtener un rendimiento a las nuevas tendencias a las que pudiera dar
lugar este fenómeno. ¿Por qué conformarse con la venta de libros y copias en
formato doméstico de la película? ¿Por qué no ir más allá y confeccionar toda
una línea de merchandising alrededor de esa idea? Me da la impresión de que…,
en ese sentido, pecan un poquito de optimistas, aunque en sus cabezas ya estén
bullendo un buen número de proyectos orientados a cubrir una demanda que
suponen inminente.
Y…, mientras ellos se afanan en
tan prosaicos quehaceres, a mí, en cambio, me ha dado por pensar en lo que podría
llegar a pasar dentro de, aproximadamente, nueve meses. ¿Estaremos a las
puertas de asistir a toda una concatenación de factores que, a la postre, terminen
desembocando en uno de esos esporádicos episodios definidos por la expresión “baby-boom”? ¿Habremos de asistir a
finales del presente año al advenimiento de “los
hijos de Grey”? Si así fuera; al margen del tipo de pasión que hubiera dado
origen a tales alumbramientos; espero que las estampas a que den lugar se
asemejen un poco a esta.
Que disfrutéis todos de un feliz
y (dentro de lo posible) apasionado finde.
En este caso que nos ocupa puede resultar ser beneficioso o todo lo contrario, pero como suele suceder....depende...
ResponderEliminarEstos locos ludos quisieron indagar al respecto pero mi respuesta fue la misma que digo siempre cuando sale el dichoso tema: para que buscar fuera si lo tengo mucho mejor en casa???
Me agrada que la gente abra su mente, que sea capaz de expresar y luchar por sus fantasías pero encasillar tanto un determinado producto puede llevar a engaño y ocasionar mucha frustracion cuando las cosas se hacen por gusto, moda o capricho y no porque realmente se sienta y se busque la verdadera esencia y el camino correcto para llegar.
Veremos a ver, pero yo por si acaso me mantengo bastante al margen y sigo gozando de lo que por fortuna tengo a mi alcance, que supera con creces mis propios anhelos...
Besines dulces
A Tus pies
Pues disfruta intensamente de todo cuanto puedas observar desde tu atalaya y, pero, sobre todo, goza de aquello que sabes te está esperando en ese sótano sombrío (aunque rebosante de calor) al que acudes ilusionada cada vez que pretendes descubrir en qué nuevas formas serás capaz de expresar esos sentimientos tan propios que atesoras.
EliminarUn beso y un azote, mi dulce "templada" sierva.