Un otoño en primavera.


Viene un vendaval repentino
a arrebatar tu existencia
sin que, en virtud al natural desarrollo;
fuera el momento de verte arrojado a la tierra.

Con dolorosa fractura
dejas profundo vacío
y una ausencia innecesaria
que, aunque el tiempo asimile, jamás será reparada.

¿Qué azares imponderables,
que insensateces ajenas,
han venido ahora a privarnos
del abrigo que ofrecías?

Poco importan las razones;
maldita suerte arbitraria
que, ciega a las bondades humanas,
se escuda en su imparcial ignorancia
mientras cubre de miseria.

¿A dónde se fue tu denuedo,
tu honradez y tu templanza?
¿A dónde todo ese empeño
por actuar noblemente?
¿A dónde la consistencia
de ese apoyo que ofrecías?

Sin querer, te has convertido
en otra prueba irrefutable
de lo frágiles que somos
y de cómo, paciente e impertérrita,
la alargada sombra de la parca
nos acecha, traicionera,
a la vuelta de la esquina.

Más nos queda tu legado
de valores y de logros
y mientras mi aliento persista
será el eco de tu tiempo
y de tus sabias palabras.

Que tu armazón ya extinguido
repose en su hogar primigenio
y tu espíritu infinito
pueda sentir nuestro apego.


Comentarios

  1. Tristeza siento al verte sumergido injustamente en el dolor, impotente en mi deseo de procurarte siempre feliz, mas sé de Tu fortaleza y de Tu capacidad de sacar algo positivo, incluso de aquello que no lo tiene algo que te de empuje, y aunque nunca deberías haberos visto en semejante injusticia se que hará de Tu vida un pliego de instantes a gozar, que no haya momento que escatimes ni felicidad que se te escape...

    Estaré a Tu lado aunque de nada sirva y continuaré en mi empeño por hacerte feliz en todas aquellas insignificancias que puedo ofrecerte...

    No se cuando llegará mi día pero cuando sea puedes estar seguro de que siento que mi vida vale la pena y soy feliz...por fin...soy feliz...a pesar del dolor, de la injusticia, del sufrimiento...

    T'estimo molt!!
    A Tus pies

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    1. El tiempo va atenuando la pena aunque el vacío no se vea mermado ni un ápice. Determinados golpes dejan secuelas por muy bien que cicatricen merced a una realidad no admite discusiones.

      Pero..., esa misma realidad, suele querer compensarnos por los pesares con que nos carga y tiende a ofrecer algún tipo de resarcimiento para que nuestros males se hagan algo más llevaderos. Tú eres para mi ese incondicional apoyo que me es ofrecido; tú eres esa otra realidad de tendencia positiva.

      T´estimo, mi dulce y solidaria sierva.

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  2. Tus letras hoy se sienten amargas, tristes y a mi me encogen el alma... Iba a pasar en silencio, pero quería mandarte un abrazo y sobre todo fuerza... mucha fuerza...

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    1. Muchísimas gracias por tus palabras estimada compañera. Me dotan de fuerza y sirven para apuntalar mi ánimo maltrecho por las aciagas circunstancias que me ha tocado en suerte vivir.

      Un hermoso detalle que no he dejado de tener presente.

      Un fortísimo abrazo y, nuevamente, gracias.

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