Rincón observatorio.
Poco a poco, las noches se van
alargando y, entre tanto, los termómetro comienzan a experimentar un paulatino
descenso propiciando que parte de la humedad dispersa en el ambiente se
deposite sobre el terreno en forma de rocío. Cuando esto sucede; siempre que el
resto de las condiciones climatológicas resulten propicias; tenemos la
oportunidad de observar con mayor nitidez el firmamento nocturno (y más aún si
nos alejamos de la perniciosa influencia que la luz artificial ocasiona sobre
la óptima contemplación de la bóveda celeste).
Si a todo lo anterior le añadimos
el “plus” de contar con un lecho
confortable y acogedor desde el que poder realizar dicha actividad, entonces
podríamos obtener un resultado bastante similar al que proporciona este rincón
en concreto.
Únicamente se le podría apuntar
una ligera pega, y es que…; si deseamos hacerlo en “buena compañía”, enmarcados en tan idílico escenario; resulta
bastante “tentador” dejarse arrastrar
por la pasión del momento y… ya sabemos lo que le sucede a las superficies
acristaladas cuando se ven expuesta a un acentuado contraste de temperaturas.
Cuestión de prioridades.
Que disfrutéis todos de una
feliz, y despejada, jornada de domingo.
En un rincón asi hay tiempo para todo y seguro que a cada instante sabremos sacarle todo el jugo porque si estoy segura de algo es de que a Tu lado todo toma una intensidad inigualable haciendo que los espacios conciban otra dimension y el placer otra definición.
ResponderEliminarComo me gustaría compartirlo contigo...
Feliz domingo
Besines dulces
A Tus pies