Valía.
En un mundo
hipnotizado
y embobado por la
insidia;
donde la norma es
prejuicio
y el saber
palabrería;
se rechazan los
recursos
que tenemos bien a
mano
por seguir una
corriente
que no lleva a ningún
sitio.
Cuánto tiempo
derrochado,
cuánta ocasión
perdida,
por ignorar en los
actos
lo que son en su
medida
y querer enajenarse;
dando un sentido
perverso;
de todo cuanto nos
lleva
a una “equidad”
compartida.
El mérito está en
desuso
donde gobierna el
antojo
y una base no
sostiene
si su cimento es tan
flojo.
Así que; desvirtuados;
nuestros principios
no tienen
un lugar al que
aferrarse
y sin raíces se
mueren.
Si lo que prima es la
excusa,
la zancadilla o la treta,
todos se ven
afectados
por la infame
negligencia,
siendo víctimas
culpables
en un círculo vicioso
donde cada uno
fabrica
las tragedias de los
otros.
Yo prefiero no
implicarme
en ese juego
enfermizo
y centrarme en
quienes saben
permanecer en su
sitio
fieles a su bagaje;
consecuentes con su
sino;
sin pretender darse
aires
ni eludir lo
prometido.
Y… aunque muchos lo interpreten
como una carga
pesada,
que restringe
nuestros pasos
y nos roba la
alegría,
lo cierto es que el
compromiso;
si se ciñe a lo
pactado;
nos concede un rumbo
claro
y refleja la valía.
Bien sabes que el sosiego que hoy albergo, a pesar de que las circunstancias podrían ser contrarias no es algo que se adquiera sin un porque concreto y se debe en exclusiva al compromiso que me permite der vida a mi esencia dormida, que latente siempre ha permanecido para que de ella no me olvide.
ResponderEliminarUn compromiso que se adquiere libre, que se mantiene bajo las premisas que en su inicio abrazamos no debe, mas bien al contrario, restarnos la ilusión.
Jamás he sentido similar gozo aun siendo consciente de la grandeza y la exigencia del compromiso.
Una vez mas tengo la oportunidad de darte las gracias y de mostrarte con mi ilusión las ganas de servirte como aquel dia, como cada día...
Besines dulces
A Tus pies
No existe, a mi entender, ningún motivo por el cual tengas que agradecerme nada en este sentido. Lo malo que encierran situaciones como a las que hago referencia, es que nos llega a dar la impresión de que estamos obligados a agradecer que se nos otorgue aquello que, en justicia, nos pertenece.
EliminarMe sorprendo a mi mismo al constatar la vigencia que, en estos días, están teniendo para ambos estas palabra que hace tiempo escribí. Lástima ser capaces de verlo y, en cambio, ser incapaces de evitarlo.
Un beso y un azote, mi dulce y "preclara" sierva.