Una mirada al futuro.
Nunca se frena el
progreso,
como torrente
imparable se desplaza
sin perseguir fin
alguno
más allá del propio
avance.
No es bueno ni malo
en esencia,
no abriga esperanzas
ni marca objetivos,
sólo se deja ir
pendiente abajo
en virtud al designio
de poderes superiores.
¿Qué hacer, pues, con
el futuro?
¿Qué utilidad
conferirle? ¿Qué proceso encomendarle?
Es el fin que le
otorguemos
el que le ofrece
sentido,
siendo virtud o
defecto
en función de quién
lo acate.
En él se encuentran las respuestas de muchos desvelos, da lugar a inesperados instantes y es guardian de nuestro ahora, temido o anhelado segun nos espere, mas siempre por todos cuestionado.
ResponderEliminarYo aprendí su crueldad cuando ingenua lo ansiaba y su sosiego en la paciente llegada y hoy ya no le pregunto cuando esté por llegar...
Que llegue es lo que deseo, que tenga fuerza para afrontarlo e ilusión para gozarlo...
Ojala sea mi futuro dulce como mi presente...a Tu lado...a Tus pies.
Me atrevería a afirmar que no deben de ir muy desencaminados tus pasos, pues son bastantes las voces que sostienen que es en el presente donde se construye el futuro.
EliminarUn beso y un azote, mi dulce y "precursora" sierva.