Muchos pocos.
Tendemos a
relativizar nuestros progresos
en función a grandes
logros,
obras majestuosas
o hazañas sin
parangón.
Parece que no
existiera mérito alguno
en tomarse la
molestia de hacer bien las cosas “sencillas”.
“Nadie pasa a la
posteridad por sus actos cotidianos” – pensamos –
y…, en esa idolatría que
profesamos por lo “extraordinario”,
se diluyen nuestros
méritos más cercanos
y nuestras
habilidades en el día a día.
Pero olvidamos que…,
quienes acaban siendo
recordados por la historia,
rara vez lo son por
un repentino golpe de suerte que los aúpe,
de inmediato y sin
esfuerzo,
a los altares de la
memoria colectiva.
Suele ser; bien al
contrario;
fruto de un trabajo
constante, ordenado y comprometido,
no exento de sin
sabores
y sazonado; a partes
iguales;
por la envidia y el
desprecio ajenos.
No esperéis, por lo
tanto, ser testigos en la vida
de fastuosas e
impactantes novedades
ya que prima, más
bien,
el cadencioso deleite
que se esconde tras los pequeños detalles
y el pausado disfrute
de los placeres comunes.
Paso a paso, todos
tenemos al alcance
esa cima que llevamos
señalada en nuestro mapa.
Ladrillo a ladrillo,
somos capaces de erigir
el santuario donde
agradecer los frutos de nuestro sacrificio.
Poco a poco, en fin,
hacemos mucho
y…, además, sin
agotarse.
Verdad como un templo!!… “de esos construidos ladrillo a ladrillo” ;-)
ResponderEliminarSin agotarse…y saboreando más, cada momento…
Muy bueno el post!!
Mil Bsoss!!
"Piano piano si arriva lontano" que dicen por Italia. Con cada paso que demos estamos un poquito mas cerca de nuestros objetivos y..., si de paso somos capaces de sacar provecho en nuestro viaje..., pues mejor que mejor.
EliminarSaludos cordiales, Ginebra.
Siempre me he sentido insignificante porque no soy de destacar en nada de un modo sobresaliente, y parece que solo apreciamos aquello que linda con la excepcionalidad.
ResponderEliminarSe que todos somos distintos y especiales en esa diferencia y que, si conseguimos alejarnos de lo estándar todos somos excepcionales, pero es cierto que no suele apreciarse.
Encontrarme con alguien como Tu, que me hace sentir unica, que me valora por lo que soy y me exige para mi continua mejora hace que sienta la importancia de los pequeños detalles, porque Tu sabes ver las minucias que te ofrezco, todo cuanto es casi inapreciable y te lo entrego, construyendo asi una gran montaña de "miques" que constituyen el cojin para todo lo demás.
No es solo una reflexion, un texto aislado, sino una forma de vida que alimenta a los que tenemos la fortuna de estar cerquita de Ti.
Cuanto dicen de Ti estas letras mi Señor!!!
T'estimo
Besines dulces
A Tus pies
Párate por un momento, vuelve por un instante tu mira hacía atrás y..., después, dime si realmente crees que los pasos que has dado hasta ahora resultan insignificantes. Yo intentaría ser un poco cauto antes de afirmarlo con demasiada rotundidad.
EliminarUn beso y un azote, mi dulce y "modesta" sierva.
Es cierto, a veces pasamos desapercibidos por la vida y nos preguntamos si nuestro trabajo y acciones han sido productivos, porque no vemos directamente algún estímulo positivo. Sin embargo dentro de mi se que aporte unos ladrillos a la construcción.
ResponderEliminarBuena reflexión para valorar los detalles sencillos.
Mis saludos!
Me alegra saber que has sido capaz de extraer el sentido positivo de entre mis torpes palabras.
EliminarUn placer poder servir de estímulo a tan acertadas y provechosas reflexiones.
Saludos copartícipes.