Sweet flight.

Cuando se arriba a Qarpadia por primera vez, uno de los aspectos más llamativos, curiosos e impactantes de los que se tiene constancia, no guarda relación (contra todo pronóstico) con los “hábitos amatorios” de sus residentes. Se trata de algo igualmente inusual a ojos de cualquier visitante, aunque mucho más ostensible.

Cuando se alza la mirada al cielo, resulta bastante difícil no presenciar en algún momento el cadencioso avance de unas formidables aeronaves que, a modo de inmensos cetáceos mecánicos, se desplazan entre las nubes que jalonan la envoltura celeste de Qarpadia.

Esto es así debido a que (en este ámbito geográfico y contrariamente a lo que ha venido sucediendo en el resto del mundo) la tecnología relacionada con este tipo de “artefactos” siempre se ha visto muy potenciada. Hoy por hoy, de este desarrollo se benefician todos cuantos habitan estos lugares, pues cuentan con un medio de trasporte práctico, seguro y relativamente limpio que supone, por otro lado, un signo distintivo de su paisaje.