Sin horas muertas.
No estoy demasiado seguro de si
lo que voy a contar a continuación obedece al resultado de una secuencia lógica
que se escapa a mi entendimiento o se trata únicamente de una apreciación
personal, influenciada, en gran medida, por mis actuales circunstancias. Es
bastante probable que se trate de algo a medio camino entre ambos supuestos.
Pero…, independientemente de las causas que lo originan, lo cierto es que ya
llevo algún tiempo percibiendo notables diferencias, no ya en relación a todo
cuanto me rodea, sino, también, en lo que respecta a mi propia persona.
Recuerdo como, no hace mucho, el
preámbulo a la consecución de cualquier objetivo, así como los preparativos que
este llevaba aparejados, solían traer consigo largas horas de tediosa e
improductiva espera en las que no era posible obtener ninguna clase de
rendimiento o enseñanza previa más allá del hecho de trabajar la paciencia.
Todo eso ha cambiado para mí
desde el mismo instante en que llegué a Qarpadia. Ahora, da la impresión de que
siempre hubiera algo que reclama mi atención. Cuando alguno de los quehaceres a
los que estoy entregado requiere de un cierto reposo, siempre surge algo a lo
que poder dedicar ese tiempo que…, de otro modo, permanecería yermo. Me sorprendo de cómo todo se va sucediendo de
forma continuada, aunque sin premuras, y como los acontecimientos fluyen
enriqueciendo mis días.
Pudiera, dicho así, parecer algo
estresante, pero nada más lejos de la realidad. Parece como si siempre hubiera
algo nuevo esperando a la vuelta de la esquina, y eso; al menos en mi caso;
ayuda bastante a que todo resulte más dinámico e ilusionante. Tal vez
necesitaba cambiar de aires para darme cuenta de todo esto, pero hacia lo que
me inclino a pensar en realidad es que resultaba obligado deshacerse del
abundante lastre que, con el paso de los años, había ido acumulando.
No puede decirse que haya sido
Qarpadia la responsable de obrar ese cambio en mí (la solución a mis
tribulaciones siempre había estado en mi interior), pero…, en cierto modo, me
ha ayudado a despejar el camino y a extraer un mayor beneficio al tiempo que me
ha sido otorgado. A la vista de los resultados no resta más que mostrarse
sinceramente agradecido.
Escribir lo que uno siente es como lavar los pensamientos con agua fresca. Yo al menos así me aclaro las ideas.
ResponderEliminarNo entiendo muy bien lo que ha escrito...pero me hace pensar.
Buenas noches, Señor.
Algo que siempre me ha llamado la atención de Ti es esa capacidad de apreciar todo cuanto te rodea, de dejarte embargar e ir más allá para descubrir todo cuanto tienen que ofrecerte, y por eso sé que nunca vas a tener horas muertas porque todo cuanto te rodea te habla, de ofrece y Tu vivaz y de mente abierta acudirás a la llamada.
ResponderEliminarOjalá la vida me permita seguir a Tu lado disfrutando de de esas horas.
Besines dulces
A Tus pies