Rincón afable.
Con cierta frecuencia nos vemos
sorprendidos por el hecho de que aquello que, en principio, se nos pudiera
antojar más sencillo es capaz de transmitirnos, a la postre, muchísimo más que
lo complejo. Esa fue, precisamente, la sensación que me produjo este rincón la
primera vez que lo vi.
Sin recurrir a la sofisticación,
ni echar mano de recursos ostentosos, ofrece serenidad a través del orden y la
pulcritud de sus formas, sin renunciar, no obstante, al aporte de alguna que
otra nota de color.
No voy a ser tan pretenciosos
como para afirmar que, de tanto en tanto, me amarguen los dulces, pero no es
menos cierto que, en realidad, no suelo precisar de demasiado para poder
sentirme cómodo.
Que disfrutéis todos de una
feliz, y “obsequiosa”, jornada de
domingo.
Todo queda dicho en tu entrada. Un lugar afable y acogedor.
ResponderEliminarMil besitos y feliz tarde de domingo.
Me encanta el azul y nada más apacible que vivir en calma... La sobriedad puede ser tan radical como la opulencia.
ResponderEliminarAlgo sencillo deja el alma más libre.
Mis saludos, Caballero.