Rincón indiscreto.
Desde que tengo uso de razón, siempre
me he sentido inclinado (no sé si acertadamente o no) a considerarme como una
persona bastante observadora. No obstante, ha sido más recientemente cuando me
he percatado de que, dicha cualidad, requiere, en situaciones concretas, de una
buena dosis de indiscreción. Así es, sin duda, cuando resulta del todo
imposible recabar información si hemos de estar atendiendo a determinados
formalismos protocolarios.
El buen observador no debe perder
detalle de todo cuanto sucede a su alrededor y, en ese sentido, pasa a
convertirse, en cierta forma, en una especie de mirón. Como este término lleva
aparejado por definición un innegable grado de descaro, entiendo que pueda
haber quienes se sientan un tanto incómodos cuando se ven obligados a compartir
su espacio con un individuo dotado de tan controvertida virtud.
De cualquier modo, tal y como podéis
apreciar, he tenido la suerte de poder dar con un rinconcito perfectamente
equipado en el que poder dar rienda suelta a mis innatas capacidades de voyeur.
Espero que…, al igual que yo,
todos estéis disfrutando de una feliz, y “contemplativa”,
jornada de domingo.
Esa visión Tuya nacida de la experiencia obtenida a través de la observación hace que me sienta segura, que confíe en Ti por tantas y tantas veces como ello me ha sido de ayuda, tanto en mi misma como en mi entorno.
ResponderEliminarSigue observando mi Señor y permíteme empaparme de esa mirada para que sea capaz de aprender de ella...
Gracias mi Señor
Besines dulces
A Tus pies