Sapos y culebras.
Puede ser dulce,
mimosa…, soñadora.
Sensible al dolor y
los pesares ajenos.
Ilusionarse con
prometedores futuros
sin rendirse a
fatales espejismos.
La abierta mirada de
sus ojos,
siempre atentos y
analíticos,
defiende en su justa
medida cada mérito
sopesando con acierto
sus bondades.
Por eso mismo hay
momentos,
cuando sus cuentas no
cuadran,
en que una furia desplaza
su calidad
melindrosa.
Preguntad a quienes,
necios,
confundieron su
prudencia
y la achacaron al
miedo
para salir
escaldados.
Ni las falsas
correcciones,
ni incorrecciones
teatrales,
doblegarán su criterio
o anularan su
doctrina.
Por tal razón, sed
prudentes
al emitir vuestros
juicios
y no invoquéis
tempestades
donde prima la
armonía.
Es muy fácil emitir juicios desde fuera y también no medir las consecuencias de esos juicios.
ResponderEliminarMis saludos, Caballero.
Entre Tus palabras me encuentro hermosa aunque no debiera serlo en realidad en este caso en concreto, pero Tu siempre consigues que todo cuanto forma parte de mi se muestre con una bella naturalidad y sea apreciado de una forma mágica, casi mitológica, y siendo completamente egoísta no me cansaria de verme con Tu mirada para poder amarme.
ResponderEliminarMe sorprende como me deshojas, incluso antes de que yo misma lo muestre y como me presentas ante los demás como un regalo envuelto en papeles distintos que si sabes rasgar como corresponde puedes ver y disfrutar o quedarte, si así lo deseas, con el envoltorio.
Gracias por hacerme disfrutar
Besines dulces
A Tus pies