Soledades y adhesiones.
Al lanzarme a la
aventura
en pos de una nueva
patria
pesaron mucho carencias
que a mi espíritu agraviaban.
Desde un tiempo me
notaba
empujado a todas
horas
a ocuparme con
apremio
de obligaciones
ajenas,
saturado por consejos
de los mismos que
esgrimían
las excusas más
variadas
para eludir sus
tareas.
Si tocaba rendir
cuentas
todo el mundo
escurría el bulto,
olvidando valentías
y negando sus
discursos.
Así, tan acompañado,
tan integrado en el
grupo,
al final, me hallaba
solo
frente a tanto
compromiso,
sin que nadie me
brindara
una oportuna
herramienta
que me aliviara de
cargos
ya por otros
asumidos.
Por suerte, hoy, ya
está claro
y presumo de
experiencia,
así que el favor que otorgo
lo disfruta quien lo
aprecia.
La emoción va en aumento a cada una de Tus letras y aunque turbada te leo y te comprendo también me sobrecoge la alegría de compartir contigo cada instante, disfrutando de la belleza de estar junto a Ti y poder por lo menos acompañar las amargas sensaciones que otros te conceden.
ResponderEliminarSoy feliz de ser capaz de ofrecerte la ilusión de estar a Tu servicio y acompañarte en el día a día.
No imagino mejor destino para mi.
Gracias mi Señor
T'estimo molt