En versión original.





Pretendida o espontánea,
la imitación adolece
de elementos genuinos,
de referencias profundas
con que invocar a las musas
a que compartan sus gozos.

Si es sólo copia… no incita,
cuando muta… es otra cosa,
si se adorna… pierde gracia
y cuando es torpe… nos sobra.

No me ofrezcáis sucedáneos
que carecen de patente
cuando conozco la ciencia.
No me insistáis en propuestas,
sobreactuadas y sordas,
de engañosa teletienda.

Prescindid de purpurinas,
oropeles y brocados.
No vendáis más envolturas
vacías de contenido.
No os entreguéis al recurso
de dejarme estupefacto
con ofertas deslumbrantes
que, en verdad, no necesito.

Si deseo dar con algo
iré a buscarlo a su origen
y sabré que es exclusivo,
puro y hasta imperfecto,
como todo lo que es cierto,
autentico y definido.



Comentarios

  1. Nada como deleitarse con la verdadera esencia; manantial originario rebosante de pureza…

    Un placer…

    Bsoss enormes.

    ResponderEliminar
  2. La verdadera Esencia no necesita de más matices que los más esenciales y puros. Lo demás, solo son preseas de un día.

    Mis saludos.

    ResponderEliminar
  3. Una vez mas mi alegra mi rareza, esa de la que algunos se asustan porque no la conocen y temen tener que esforzarse por comprenderla y quizas no sean capaces.

    Y me alegra ver también como no existe el miedo por expresar con claridad lo que piensas y lo que sientas, a pesar de puedas perder por el camino algo que muchos considerarían importante, siendo fiel a lo que eres, a lo que enseñas.

    Muchas gracias mi Señor.
    A Tus pies

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares