Entre aguaceros.




La lluvia en primavera tiende a conducirse de un modo un poco distinto al habitual. Además de sus conocidas capacidades hidrantes y erosivas, sirve de reclamo para fragancias dormidas y colores durante un tiempo olvidados, mientas anima al horizonte a enfundarse con el frondoso vestido que guarda siempre para la ocasión.

Puede que el cielo se muestre a ratos desapacible y gris, pero…; tras esas gotas cantarinas que deja caer sobre el suelo, bajo ese sutil gusto eléctrico con que se impregna el ambiente; surge la vida abriéndose paso una vez más y brotan el deseo y la ilusión por un nuevo arranque de nuestro particular carrusel.



Comentarios

  1. Sencilla y maravillosamente, hermoso...

    Bsoss y abrazos, y muy feliz finde.

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