Eludiendo el bucle.
Creo que..., por
mucho que me esfuerce,
jamás llegaré a
entender
el empeño que
muestran algunas personas
por conducirnos a
través de parajes sin salida.
Lugares donde el
avance tan solo es aparente.
Círculos cerrados,
viciosos y viciados,
donde el horizonte se
muestra siempre
inalcanzable y
monótono.
Reductos donde se
emplea
un verbo ambiguo, tortuoso
e inteligible,
que simula diálogo
sin ofrecer compromisos.
Alternativas de
estático dinamismo
que consumen mucho
esfuerzo
sin llegar a ningún
sitio.
Tratan de convencerme
exponiendo con insistencia
las supuestas
bondades de su argumento
y, entre tanto, sordo
a su estudiado discurso,
un único propósito
ronda mi cabeza: ¡¡¡HUIR!!!
Huir sin perder un
instante;
sin despedirme, sin
excusarme;
antes de verme
supeditado a su inercia enfermiza,
antes de ser
engullido por la gravedad artificial que generan
y verme anclado para
siempre a sus órbicos antojos.
Te leo, mi Señor, y siento miedo, quizás sea por la facilidad de sumergirme en Tus letras y empaparme de las sensaciones que me conceden o porque entiendo a la perfección lo que se siente cuanto te hayas inmerso en ese bucle y no hay posibilidad de huir por muchas ganas que tengas.
ResponderEliminarConfío en que el tiempo todo lo cura y llegará el día en que nos reiremos de esos bucles...
Besines dulces
A Tus pies