Las horas.






Cuando…, sabedora de la inminencia
de tu servil cometido,
te aprestas al “enjaezado”
de unas carnes expectantes
y sedientas de pecado,
¿cuál será la cadencia
latente en tu pensamiento,
cuál el sesgo inadvertido que
en tu interior se cobija?

Me gusta saberte así,
con esa efervescencia contenida
bullendo por tus venas;
con esa expectación,
no siempre disimulada,
correteando bajo tu piel.

Horas muertas, ahora vivas,
que se impregnan con el halo
de un presagio escurridizo.
Cuenta atrás que desemboca
en tus propios apetitos
elaborados con calma.



Comentarios

  1. Resulta imposible, mi Señor, tratar de disimular el ímpetu de mis carnes, el potente motor de mi pensamiento mantenido a ralentí y los sueños que se presentan estando aún despierta.

    Imposible también no restar días mientras sumo la experiencia y las ganas de continuar aprendiendo.

    Mientras todo se mantenga así me sentiré segura en mi sentir.

    Precioso texto...me podría acostumbrar...;)

    Besines dulces
    A Tus pies

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Acostumbrarte es tu decisión. Que disfrutes de esa costumbre..., eso es lo importante.

      Un beso y un azote mi dulce, y "acomodada", sierva

      Eliminar
  2. Muy buen escrito

    o más bien

    muy buenos escritos
    sentimientos que erizan e incitan

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Marco.

      Tus letras tampoco es que se queden cortas. Seguiré con atención tus propuestas narrativas.

      Un saludo y bienvenido a la ciudad.

      Eliminar
  3. Me había perdido, Caballero, pero es un placer poder regresar y reencontrarme con sus letras y su candencia y sentir.
    Bello texto para el fluir del sentir.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bien hallada entonces, estimada Mağ.

      Gracias por tus elogios y ya vamos retomando el contacto.

      Un saludo para ti también y encantado por la visita.

      Eliminar
  4. Horas muertas, horas vivas, horas sentidas, desde la piel hasta el alma devorando la poesía.

    Cómo me alegra saber que sigues publicando en este precioso rincón.

    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aún me restan muchas cosas por contar. Lastima no disponer de un tiempo acorde para ello.

      Muchas gracias por tus palabras, María.

      Saludos afectuosos.

      Eliminar
  5. Que delicia leer su inspiración, fascinante también poder hacer propias sus palabras con las circunstancias mías

    Sandra

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La inspiración, si se comparte, resulta gratificante por partida doble.

      Un saludo, Sandra, y bienvenida a la ciudad

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares