Aflicciones preceptivas.
La punzada se manifiesta,
repentina y tajante,
para recordarnos
que no somos invulnerables.
Cuando estamos convencidos
de asistir al mejor de los instantes,
una espina subrepticia
se introduce inesperada
rompiendo el hechizo
que nos mantenía abstraídos.
Golpe de realidad
que redirige nuestros actos
hacia lo urgente,
necesario e inaplazable.
Fastidio pertinente,
alerta inexcusable,
engorro que nos empuja
a adoptar medidas serias,
aparcando los antojos
para atender lo imperioso.
Son las púas las que hieren
mas no siempre son culpables,
a veces lo son los ojos
por transitar distraídos.
Me duele, mi Señor, me duele mucho porque me sé, de nuevo, causa de Tus palabras.
ResponderEliminarSiento pena pero sé que no nos rendiremos, Tu haces todo por que cumpla aquello que anhelo y yo pongo mi empeño en corregir lo que te causa dolor.
Ojalá pudiera leer que te hago feliz, como otras tantas veces, pero esto también forma parte de la realidad y la enfrento con valentía con el propósito de que vuelvas a querer disfrutar conmigo del día a día confiando en mi compromiso y entrega.
Gracias por enseñarme a pesar de preferir otras cosas.
A Tus pies
La realidad se encarga de recordarnos constantemente cuál es el lugar que hemos de ocupar en función a nuestras aspiraciones. Cada hito requiere asumir unos ciertos sacrificios y si nos olvidamos cuales son, la vida, de un modo u otro, por las buenas o por las malas, se encarga de ponernos en nuestro sitio.
EliminarUn beso y varios azotes mi dulce, y "aleccionada", sierva.
Un gran manifiesto de realidad... nada es para siempre. Ícaro rozó la felicidad momentánea antes del golpe. Somos vulnerables nos guste o no.
ResponderEliminarMil besitos para tu semana.
Más ni menos. Conviene no olvidar nuestras limitaciones y ser consecuentes con nuestros actos. De ello dependerá la cantidad y el grado de determinación de nuestros aciertos y nuestros errores.
EliminarUn afectuoso saludo y disfruta de tus días.