Serenidad engañosa.



Aunque, hasta cierto punto, resulte saludable tomárselo con algo de humor, lo cierto es que; cuando se dispone de tanto tiempo para invertir en una existencia, casi por entero, contemplativa; "extrañas" inquietudes empiezan a cobrar forma en nuestro interior.

Mantener la mente activa y ocupada en "afanes constructivos" se revela claramente pertinente pues ya se sabe que: cuando el diablo no tiene que hacer..., con el rabo espanta las moscas.

Confinados como estamos, puede que ahora  se nos muestre más claro que nunca que la verdad nos está aguardando ahí afuera, pero..., tal vez, precisamente por eso, por el rabillo del ojo tendríamos que estar lanzando prudentes y constantes miradas al demonio que habita en nuestro interior.


Comentarios

  1. Bien lo sabes, mi Señor, y por eso mantienes ocupada a esta sierva Tuya, porque sabes que ese diablillo me acecha para tentarme con sus dolenteries.

    Soy de sacar siempre algo positivo y, de momento, encuentro muchos motivos en este confinamiento, pero también es cierto que la inquietud de la incertidumbre me consume a ratos y aparecen los fantasmas de la negatividad.

    Es por mi carácter, pero no tener el control de mis cosas, que todo quede al aire y sin plazo me exige mucho control y serenidad.

    Suerte tengo de estar a Tu lado y de sentirme por ello muy afortunada.

    Besines y mimines dulces
    A Tus pies

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    Respuestas
    1. Creo que no necesito recordarte la importancia de no bajar nunca la guardia para no incurrir en "inconveniències" que puedan nublar nuestro juicio y, por añadidura, provocar un retroceso en nuestras aspiraciones.

      Se puede llevar la frente muy alta sin dejar de tener claro cuál es nuestro objetivo. Si fuera de cualquier otro modo es porque algo está fallando.

      Un beso y un azote mi dulce, y "recurrente", sierva.

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