De sorpresa en sorpresa. (II)




No había sido demasiado buena idea aceptar aquella copa con el estómago vacio. El vino la estaba mareando un poco pero, por suerte, él debió de percatarse de esta circunstancia pues, rápidamente, sugirió:

- Es un poco tarde para que salgamos a comer pero, si quieres, puedo prepararte algo rápido.

- Te lo agradecería de veras. - aceptó con cierto alivio. - Llevo muchas horas sin probar bocado y..., sinceramente, me vendría muy bien. ¿No te importa, verdad?

- ¿Importarme? Es lo menos que puedo hacer para compensarte. Será un placer cocinar para ti. ¿Me acompañas?

- Por supuesto.

Juntos se dirigieron a la cocina y, mientras él se ponía manos a la obra, comenzaron a conversar animadamente.

 - Tienes una casa realmente impresionante. Tu trabajo te habrá costado disponerla a tu gusto - apuntó ella embebida de una sana curiosidad.

- Hablando en propiedad, no puedo decir que sea mía. Sólo la ocupo temporalmente. Por lo que respecta a su contenido tampoco es que yo haya tenido nada que ver. Si de mi dependiera, me hubiera decantado por algo un poco más "moderno", pero no me malinterpretes. No me quejo, el sitio no está nada mal.

- No hace falta que lo jures. - apostilló ella divertida. - Aunque... dices "si de mi dependiera" como si tuvieras que estar aquí obligado.

- En cierta forma... así es. El hecho de tener que cumplir con ciertas "obligaciones" es lo que me ha traído aquí.

- ¿Te refieres a asuntos de trabajo?

- Podrías llamarlo así.

- ¿Sabes que estás resultando muy misterioso? ¿No serás un narcotraficante o algo por el estilo?

A él le fue imposible contener una sonora carcajada al escucharla manifestarse tan resulta.

- Creo que me has pillado. Ahora no podré dejar que hables. - espetó irónicamente mientras se recreaba  gamberro con la expresión de pavor que, por unos segundos, llegó a asomarse en el semblante de su invitada; si bien, no quiso ensañarse demasiado para que la broma no terminara resultando pesada. - No, ahora en serio. En parte, sí que tiene que ver con mi trabajo, pero ese no es el principal motivo de que esté aquí. ¿Comemos y te explico? Que..., por cierto. Se me ha pasado preguntártelo, así que confío que no seas vegana.


Sin que ella se hubiera percatado apenas, apareció, sobre la meseta que hacía las veces de isla en el centro de la estancia, un plato de carne acompañado de arroz cuyo aroma vino a acentuar su ya sobradamente manifiesto apetito.

- ¡Menuda pintaca! - exclamó ella con gesto alborozado - ¿¡A que estamos esperando para hincarle el diente!?

Aquel tentempié, aunque algo tardío,  dejó sentir su efecto reconfortante con asombrosa rapidez, lo que..., a su vez, contribuyó a generar entre ambos un ambiente mucho más distendido.

- Bueno, - deslizó ella entre bocado y bocado. - ¿qué era eso que me ibas a explicar?

- El hecho es que resulta un poco complejo.

- Inténtalo al menos, ¿no? ¿O es que quieres darme otro susto?

- No, no. Para nada. Verás. Aunque en realidad, mi verdadera profesión sea otra, últimamente estoy teniendo que dedicarme a labores de orden más "social".

- ¿Social? ¿Estás involucrado en algún tipo de voluntariado? 

- En cierto modo, viene a ser justo lo contrario. La cosa va así. Aunque haya nacido aquí, llevo ya muchos años residiendo en el extranjero y, llegados a este punto, me he planteado seriamente obtener la doble nacionalidad.  El caso es que, para conseguirla, debo de prestar durante un tiempo funciones de..., digamos, "representación" en mi país de origen. Algo así como una suerte de "servicios para mi comunidad de adopción".

- No lo había oído nunca. - evidenció ella con sorpresa. - ¿Pero que país es ese?

- Posiblemente tampoco hayas oído hablar de él. Ocupa un archipiélago situado en el Atlántico y no es que comparta demasiados vínculos con el resto del mundo. De ahí que..., con personas en mi misma situación, intenten aprovechar para sacarnos algo de partido en ese sentido.

- Qué cosa más extraña. Pero..., durante ese tiempo, ¿de qué vives?

- Eso es lo bueno. Durante ese periodo, todo queda cubierto. Por ejemplo. ¿Ves este apartamento? Pues sólo es una de las muchas cosas que vienen incluidas en el "pack".

Comentarios

  1. Sumergida en la historia, deseosa de recibir más, como me suele pasar siempre contigo, dejándome saciada y, paradójicamente, con ganas de más....

    Te deseo mi Señor

    A Tus pies

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares