No tiene precio.



Hay momentos impagables
donde sobran las palabras,
como cuando llegas a casa
y está esperando tu musa
para inspirarte pasiones
que nadie se imaginaba.

Comentarios

  1. Quisiera aprender a ser esa buena mujer que te espera anhelante por servirte en aquello que puedas necesitas, desde las más básicas tareas hasta las ilusiones que sueñes en secreto.

    De Tu mano mi Señor

    A Tus pies

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