Desde otra perspectiva.


El juego de ponerse límites a uno mismo es uno de los mayores placeres de la vida.

Gilbert Keith Chesterton. (Escritor británico)



Comentarios

  1. El mayor limite que me he autoimpuesto fue mi sometimiento, porque aposté por aquello que sentía e intuia y aunque creí que serian todo restricciones y negativas, descubrí en ello el mayor de mis placeres y vi que para nada es un limite tal y como lo pensaba sino que amplia mis miras, agranda mis ilusiones y engrandece mi persona...

    Sera que el placer se encuentra justamente en la superacion de esos limites puestos a uno mismo?

    Feliz dia mi Señor
    Besines dulces


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    Respuestas
    1. No hay duda de que todo depende del cariz que cada cual quiera darle a la cuestión.

      Lo que para unos puede resultar una barrera infranqueable para otros puede ser una oportunidad, para otros un límite consciente e, incluso, para ciertos individuos, una meta deseable. Cada cual conforma en sí mismo su propia realidad.

      Un beso y un azote, mi dulce sierva.

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  2. El sometiendo se da tanto en el hombre como en la mujer: mi mujer quiere ser la sometida y eso le da un sublime placer.

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