La cadena.
Como cuentas
engarzadas,
que un día tras otro
se unen,
se van disponiendo los
logros,
sencilla virtud
cotidiana.
Con pausado y claro
empeño
se van ensamblando las
metas,
unas y otras sumando,
dando forma a la
cadena.
Eslabones que, en sí mismos,
no son nada separados,
mas, unidos, cobran
fuerza
y refrenan
tempestades.
Injusta la fama que
arrastran,
símbolo son de
desmanes,
pero su peso no es
carga
si sostiene
voluntades.
Precioso poema, por su fondo y por su forma, no me canso de leerlo, y de que me muestre tras esos versos aquellos sentimientos que reflejan, o que, por lo menos, a mi me transmiten.
ResponderEliminarPocas cosas son buenas o malas en si mismas, como siempre dependerán del uso que les demos. En este caso, para mí, la belleza de su creación es exquisita.
No hay nada más placentero que ver junto a Ti como se forman las anillas a base de etapas forjadas, ir uniéndonos con su firmeza a través del trabajo y el deseo compartido de darle forma.
No es pesada carga cuando el nexo es contigo, sino que asegura el amarre tanto tiempo anhelado.
Cuidaré cada eslabón para que no se suelten...Quiero permanecer bien atada a Ti.
Gracias mi Señor por confiar y hacerlo posible.
A Tus pies
Dulces caricias
Y no olvides, dulce sierva, que la cadena también es asidero al cual sujetarse cuando arrecia el oleaje, guía en la niebla cuando el camino no se distingue, seguro al que amarrar aquello que más apreciamos.
EliminarUn beso y un azote.