Reciprocidad.







En la lectura interior que se efectúa en esos momentos callados,
delimitando el perímetro de una conciencia concreta,
puede existir la figura de un oportuno reflejo
propiciado por espejos cuyo cristal es mirada.

Desde afuera restituyen las virtudes y defectos
que no vemos, muchas veces, al consentir autoengaños;
por humildad en un caso o prepotencia en el otro;
y son la luz de ese astro que se guarda en uno mismo.

Cuando del otro nos llega eso mismo que emanamos,
al confluir justamente la emisión y su retorno,
discernimos nuestro rostro con un aura diferente
que enriquece en consonancia al volumen proyectado.





Comentarios

  1. Leo este texto y una vez tras otro dibujo diferentes escenas, pero me quedo hoy con el reflejo que mi propio ser recibe a través de Tu mirada, como me veo en Ti, como me muestras quien soy, que sientes, y como mi mayor tesoro es ese orgullo que en ocasiones vislumbro en Tus ojos, que hago mío, convirtiéndolo en el mio propio y, a la vez, en un reto.

    Precioso texto de maravillosos sentimientos.

    Besines dulces
    A Tus pies

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