Amanece..., que no es poco.
Asoma la luz por los resquicios
de un día recién alumbrado
y viene a templar tus ganas
al calor de un cielo virgen.
Delinea recovecos
mientras diluye las sombras,
como mostrando el camino
que describen tus antojos.
Te hace sentir refulgente,
perfectamente enmarcada,
como un astro cuando asciende
decidido hasta su cénit.
Pero, en verdad, un anhelo
se dibuja en tu semblante,
y es que esperas el eclipse
al alinearte al deseo.
"Alienarse con el deseo"
ResponderEliminar¡Fantástico!
¿Acaso puede existir algo mejor?
EliminarSaludos cordiales.
Tu eres mi deseo, mi Señor.
ResponderEliminarDesde que amanece anhelo sentirte y servirte.
Los primeros rayos son testigo, al igual que Tu mirada, y cuando juntos abrigamos nuestro lecho no termina el deseo.
Preciosas letras!! ha valido la pena esperar por ellas....
Besines dulces
A Tus pies
Deseo compartido y vivido en la plenitud de una conjunción que, a nivel cósmico, puede resultar efímera pero que, en la intimidad, es lo más parecido a la eternidad.
EliminarUn beso y un azote mi dulce, y "radiante", sierva.
El eclipse... mágica metáfora... que (en)cubre el culmen de un deseo.
ResponderEliminarMi sonrisa y mejores deseos para su día.
Lo que, ya de por sí, puede que sea uno de los actos más hermosos que es capaz de culminar el género humano, practicado con la debida "sutileza", gana más enteros si cabe.
EliminarFelices y fructíferas alineaciones.
Bello poema donde la metáfora descubre sutilmente el momento.
ResponderEliminarMil besitos y feliz mes.
Gracias por la alabanza Aurora, si bien escaso merito tiene el hecho de describir lo que está al alcance de cualquiera que, sinceramente, se lo proponga.
EliminarEspero que el atípico estío que nos ha tocado en suerte te esté resultando propicio.