El sentido proscrito.
La escena transcurre ante otros ojos
y acuden, raudas, manidas referencias
a otorgar una visión simplista
a tan complejos sentires.
La carne se expresa redimida,
liberada de aprensiones
que obstaculicen destrezas
que aguardaban emboscadas.
La mente, en cambio, se expande
por difusos derroteros
cuyos alcances alumbran
propuestas bien diferentes.
Todos creen ver lo mismo,
y hay quien lo vive distinto
a sabiendas de arriesgarse
a un libidinoso destierro.
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