Latencias.
La motivación aparece
cuando fluyen los afanes
de la mano de un estado
intrasferible y patente.
Casi por accidente
se asocian las circunstancias
adecuadas al efecto
que habrá de manifestarse.
No es necesario alterarse
ni perder la compostura
más allá de lo oportuno
a la cuestión que se trata.
Parece que desbarata
el normal discernimiento,
pero en el fondo se engendra
dentro del subconsciente.
Comentarios
Publicar un comentario