Tinturas.


 Con el paso de los días 
su propio cuerpo mutaba
reflejo de aquella mezcla
de emociones contenidas.

De dentro a fuera
asomaban los barnices
de aquel tono genuino
por tanto tiempo enterrado.

Sin forma ya de ocultarlo,
ni pretensiones de hacerlo,
su corazón latía libre
como nunca lo había hecho.

Comentarios

  1. Es como si su cuerpo se hubiera transformado de escultura a carne y hueso, liberado de la frialdad de la piedra.
    A abrazar la libertad...

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    Respuestas
    1. Ver más allá es quizás la forma más sublime de liberarse.

      Recibe un emancipado saludo.

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