Rincón pluvioso.
Acompañado por el cadencioso sonido de la lluvia; arropado por el rítmico y, en ocasiones intenso, golpeteo que producen las gotas al precipitarse sobre el suelo; siento una paz indescriptible y un sincero sentimiento de gratitud por tener un techo bajo el cual cobijarme.
Sin necesidad de grandes alardes, con una sencilla techumbre sobre mi cabeza, paso de ser silvestre a poder considerarme civilizado, a dedicar mi tiempo a placenteros menesteres y..., sin calarme hasta los huesos, aguardar a que escampe.
Que disfrutéis todos de una muy feliz, y "guarecida", jornada de domingo.
A mi lado no te faltarán momentos donde el olor a lluvia y tierra te concedan esa maravillosa sensación, pero bien sabes que en ocasiones me paso y entonces mis pasiones se desatan y colmarlas de nuevo de paz no es sencillo.
ResponderEliminarHoy, por eso, me sumo a Tu agradecimiento pues, ese techo me lo has permitido Tu durante muchos muchos días.
Gracias mi Señor por tanto.
Besines dulces
A Tus pies
Falta nos hace que hagas un poco de uso de esas "invocaciones" tuyas, ¿no te parece?
EliminarUn beso y un azote mi dulce, y "suplicante", sierva.