Rincones portátiles.
A veces, en el momento de optar
por un tipo de rincón u otro no pesan tanto factores como la solidez, la
comodidad o el status que de ellos pudiera desprenderse. Hay ocasiones, como
digo, en que lo que prima sobre todo lo demás es la capacidad que pueden tener esos
espacios; por reducidos que sean; de ampliar nuestros horizontes.
En ese sentido, muchas veces, no
resulta necesario realizar grandes inversiones ni tampoco preocuparse por confeccionar
un espacio acotado y artificial cuando podemos tener a nuestra disposición una
ingente cantidad de escenarios de inmensidad y belleza inimitable.
Basta con renunciar a algunas
comodidades y emplear un poquito de nuestro tiempo en localizar los lugares que
puedan resultar idóneos a nuestros propósitos y… voilà, lo que de otro modo no podríamos reproducir, se pone a
nuestro servicio para crear una atmósfera incomparable.
No sé si a todos vosotros esta
idea os resultará demasiado atrayente, pero; la verdad; no negareis que (como
muchos de los rincones que aquí se han ido presentando) cuenta con cierto
encanto.
Un saludo para todos.
Me ha recordado a cuando era yo muy pequeñina y viajábamos en la parte trasera del coche (en aquel momento estaba permitido) en un colchón e imaginábamos estirados mirando al cielo las formas de las nubes y cuando parábamos abríamos la puerta trasera y se nos abría ante los ojos un mundo de posibilidades ante nuestra inocente mirada...
ResponderEliminarQue bonitos recuerdos, me gusta que también existan en mi niñez...
Gracias por regalarme este hermoso recuerdo.
Besines dulces
A Tus pies
En ese caso, sabrás perfectamente cuales son algunos de los beneficios que se esconden tras esta alternativa.
EliminarEn cuanto a tus recuerdos..., la verdad, siempre; por muy oscuro que se nos antoje nuestro pasado; hallaremos algo positivo y enriquecedor que servirá para demostrarnos que nuestro tiempo no se ha consumido en balde (al menos no del todo).
Un beso y un azote, mi dulce y despejada sierva.