Ejemplo de teoría cortoplacista.

Generalmente, tiendo a dar a este blog un enfoque muy concreto; centrado, casi en exclusiva, en la escena bdsm. No me gusta tratar aquí temas de actualidad debido a que, por ser este un sitio que manifiesta una tendencia tan particular (y, hasta cierto punto, extrema), mi opinión sobre determinados asuntos puede verse notablemente descontextualizada y ser  interpretada de manera errónea. No obstante; en determinadas ocasiones; se han dando situaciones de orden social ante las que me resulta imposible permanecer indiferente por aquello del rumbo que parece estar tomando este desastre llamado España.

De los escándalos y corruptelas que salpican toda nuestra geografía ya tenemos todos cumplida cuenta, pero, quizás, lo más preocupante de todo sea el grado de hipocresía al que están llegando muchas de las personas encargadas; supuestamente; de velar por el buen funcionamiento de nuestras instituciones, el desarrollo de nuestro modelo productivo y la acertada gestión de nuestros recursos.

Dicho todo lo anterior, me he quedado de piedra al conocer las últimas declaraciones de la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica Oriol, cuando afirma:

“Yo prefiero a una mujer de más de 45 años o de menos de 25, porque como se quede embarazada nos encontramos con el problema”.

(Quienes no os lo creáis de mi boca, aquí podéis ver un vídeo con alguna de sus “perlas”).

Mónica Oriol (Presidenta del Circulo de Empresarios).

Esta señora; que tiene todo el derecho del mundo a opinar como lo hace (aunque conviene recordar que ella es madre de seis hijos); debería, a mí entender, tener muy presente una concatenación de acontecimientos de lo más básica, y que de no ser tenida en cuenta ¡¡SI!!que nos hallaríamos ante un verdadero “problema”: si las mujeres no se quedaran embarazadas, no habría niños y, sin niños, el futuro de cualquier sociedad, simplemente, no existiría. Ahora se me puede tachar de simplista, pero es que, al menos en este tema en concreto; la realidad es así de simple.

Lo peor de todo esto es que, después, llegará el 8 de marzo y todo serán declaraciones y apoyos en favor de una mayor igualdad para la mujer. Pero, yo me pregunto: “con declaraciones como las de Mónica, ¿quiénes son los que ponen trabas a que la mujer pueda llegar a aspirar a una igualdad real?”

Pues, de acuerdo. ¿Queremos que sobre este particular las mujeres no se vean discriminadas? La solución es bien sencilla: que ambos progenitores disfruten de las mismas licencias y retribuciones tras el nacimiento de sus hijos. Acabaríamos de un plumazo con la discriminación en ese sentido y, además, con la ventaja de que los tan “cacareados” costes laborales se equipararían. ¿Alguien se atrevería a afirmar que una medida así no operaría a favor de la igualdad? Preguntémoslo en determinados foros empresariales a ver qué opinan y veríamos que donde dicen “igualdad”  a lo que se están refiriendo es a “productividad” (léase “beneficios”). Por desgracia; al menos hasta donde yo sé; en el diccionario de la Real Academia Española, tales términos no se consideran sinónimos. Pero claro, tal vez todo se reduzca a un mero problema lingüístico. ¿Será esa la próxima “moto” que intenten vendernos? ¡¡Qué Dios nos coja confesados!!

Un saludo igualitario “a todas y a todos” y… Amén.