Largos goces
iniciados, caricias no terminadas, como si aún no se supiera en qué lugar de
los cuerpos el acariciarse se acaba, y anduviéramos buscándolo, en lento encanto,
sin ansia.
Se me ha erizado toda la piel al sentir Tu mano, rendida ante el deseo de Tu contacto, anhelante de ser ofenda ante Tu mirada y, sin prisa, para dedicarnos a las caricias tan ansiadas.
Me parece que puedo notarte, como tantas y tantas veces...
Sin duda que ese estremecimiento responde a infinidad de estímulos. Pero..., seguro que uno de los más intensos provenga de alguno de esos recuerdos que con más celo atesoras.
Un beso y un azote, mi dulce y "conmovida" sierva.
qué bonita imagen, qué tierna me parece.
ResponderEliminarY... aún más sorprendente... "posible" (por mucho que muchas veces nos obcequemos en lo contrario).
EliminarUn fortísimo abrazo, Maria.
Se me ha erizado toda la piel al sentir Tu mano, rendida ante el deseo de Tu contacto, anhelante de ser ofenda ante Tu mirada y, sin prisa, para dedicarnos a las caricias tan ansiadas.
ResponderEliminarMe parece que puedo notarte, como tantas y tantas veces...
Besines dulces
A Tus pies
Sin duda que ese estremecimiento responde a infinidad de estímulos. Pero..., seguro que uno de los más intensos provenga de alguno de esos recuerdos que con más celo atesoras.
EliminarUn beso y un azote, mi dulce y "conmovida" sierva.