Parole




Palabras.

Palabras que nos llegan, palabras que descubren.

Palabras que se callan, palabras que se pierden.

Palabras que se escupen, palabras que mueren.

Palabras.

Eso es lo que vengo a ofrecer. Palabras. “Mis” palabras.

Mediante ellas me desnudaré ante vosotros y os daré a conocer “mi verdad”, que no es, ni espera ser, La Verdad.

Digo esto por que aquí vais a ver que mis opiniones sobre el ámbito D/s son bastante heterogéneas y, en ocasiones, podría decirse que hasta incluso un poco difusas. Lo cierto es que no establezco demasiadas diferencias entre el modo de comportarse dentro de la esfera bdsm y el modelo social políticamente correcto. Por ese motivo, huyo bastante del empeño que tienen algunas personas de crear una especie de élite que dicte las normas por las que se deben conducir los individuos que, como yo, tenemos y sentimos ciertas inquietudes particulares.

En un tiempo en el que no parece importar demasiado saber realmente de qué se está hablando y, en cambio, lo que parece primar es el comentario ocurrente (venga a cuento o no), la frase ingeniosa que arranque un aplauso o el improperio más soez y contundente que se nos venga a la cabeza, pues, la verdad, muchas veces llego a sentirme bastante asqueado.

Las relaciones humanas siempre se han basado en la comunicación orientada a alcanzar un entendimiento. Pones la tele, escuchas la radio y, muchas veces (cada vez con más frecuencia), solo le llegan a uno los sordos ecos de los gritos. No hay mensaje, todo se reduce al volumen.

Con las páginas y foros ligados al sado, viene a pasar un poco lo mismo y, también en esos casos, parece que se esté asistiendo a una batalla abierta entre grupos enfrentados que por todos los medios tratan de imponer sus tesis al contrario. Cuando ya resulta difícil poner de acuerdo a dos personas, mucho más habrá de serlo conseguir un entendimiento sin fisuras entre todo un colectivo.

Tampoco me gusta demasiado el empleo de la amplia terminología que parece ir ligada al conocimiento sobre esta materia. Por supuesto, existen muchas expresiones derivadas de otras lenguas (inglés sobre todo) que ayudan a abreviar y concentrar un poquito el amplio elenco de prácticas disponibles dependiendo de los gustos e intereses de cada cual. Pero, igual de cierto es que, muchas veces, se da el caso de que su uso parece ir más ligado a la exclusión que a la aceptación. Para un grupo que no hace más que reclamar respeto y comprensión hacia su personal punto de vista sobre la sexualidad, no deja de ser toda una contracción.

Bueno. Ya he descubierto la primera carta de mi mazo y no es otra que la del tono que voy a imprimir a mis comentarios. Ahora ya podéis ir haciéndoos una idea de por donde van a ir los tiros, ya que, si hay algo que no pretendo, es dar una falsa imagen de mí mismo.

Equivocadas o no, aquí encontrareis mis palabras.

Comentarios

  1. También yo estoy gratamente sorprendida de lo que encuentro en tu blog, me parece escrito con inteligencia y humor con libertad y sin falsa " moralina" algo tan poco usual en estos tiempos.
    Aqui estoy devolviendo tu visita,y esperando que este solo sea el comienzo de intercambios de ideas,y emociones.
    Un beso y un Gracias desde Argentina!

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