Shaimanm.
Día de honra a lo
extinto,
noche de loa a lo
vivo.
Luzca el sol en el
recuerdo,
quede en penumbra la
carne
mientras convergen
los planos
de existencias
paralelas.
Madrugada de
exorcismos
con que ahuyentar la
congoja
y perseguir el
contacto
con el solaz elemento
de unas pieles
hilvanadas
coincidentes en el
tiempo.
Pero antes de implicarse
con tan vital
encomienda
se disfrazan y
conjuran
los demonios
terrenales
adoptando la
apariencia
de criaturas temibles.
Y…, de ese modo,
combaten
al temor que llevan
dentro
distrayéndolo un
instante
con estilismos
burlescos,
camuflando
identidades,
fingiendo ser otros
cuerpos.
Comentarios
Publicar un comentario