Cuesta de enero (...para algunos).
El mes de enero suele ser,
tradicionalmente, una época de estrecheces
donde la cruda realidad vuelve a golpearnos de manera inmisericorde tras
el paréntesis (si es que lo ha habido) que parece generarse alrededor de las celebraciones
navideñas. Es por esa razón que me resulta aún más doloroso tener que hacer público
lo que viene a continuación.
Sin duda, muchos podrán apuntar
que, lo que estoy a punto de exponer, viene a resultas de mi excesiva
permisividad para con los integrantes de la ludoteca y que, lógicamente, mi
falta de control a terminado degenerando en una especie de “Pandemónium”, en un sinsentido sin solución de continuidad que va
a resultar muy difícil de revertir.
No puede por más que expresar mi vergüenza,
repulsa y consternación por el escaso tacto que demuestran algunos de los hechos
de los que, recientemente, he tenido conocimiento y que han estado protagonizados
por ciertos miembros del instituto lúdico. Cierto es que lo que tengan a bien
realizar durante su tiempo libre no resulta de mi incumbencia; pero no me
siento capaz de mirar hacia otro lado cuando, supuestamente, se encuentran
realizando trabajos de documentación y lo que hacen en realidad es dedicarse (por
decirlo suavemente) a otros menesteres. Se trata de un descrédito para la
institución que en modo alguno se puede consentir y que, os aseguro, no quedará
impune.
Antes de que procedáis a escuchar
el documento sonoro que da origen a esta polémica, quiero advertiros que puede
llegar a herir la sensibilidad (tanto a nivel individual como colectivo) por
los términos y expresiones que en él aparecen reflejados y que, la decisión de sacarlo a luz, solo responde a
la necesidad de dar un ejemplo de transparencia.
No me extiendo más. Estas son las
pruebas del delito:
Mis más sinceras disculpas por
tener que haceros partícipes de tan penosos comportamientos. Espero no hagáis extensivas
vuestras merecidas críticas a la totalidad de los profesionales que se
esfuerzan por dotar a la ludoteca de un amplio contenido.
Feliz y prospero finde para
todos.
ains que penita me dio el pobre Dieguín...esto si que es paciencia...
ResponderEliminarAunque...confieso que la broma me ha encantado...me he reído un montón, tanto del qué como del cómo...y ese acentin....ains...que guai!
Anda mi Señor, no les riñas, que son un poco "dolentots" pero...nos hacen reir tanto...
Besines!
Vale, vale. Tu dales cancha. Ya verás como un día les de por gastarte a ti una "bromita".
ResponderEliminarCon esta gente mejor andarse con cuidado y no darles demasiada confianza. Ya sabes: les das la mano y...
Un beso y un azote, mi dulce e incauta sierva.
Gracias por hacerme reír jajaja, les dejos a los dos un gran beso ( con mis respetos por su puesto) ;)
ResponderEliminarMe alegro de haber sido capaz de hacer asomar una sonrisa en tu rostro.
EliminarSaludos afectuosos para tu Señor y, por supuesto, para ti.