Picardías primaverales.
En el lugar del que procedo, hace
ya algún tiempo que; en ciertos aspectos; parece que algunas cosas se estén
sacando un poco de quicio. Determinadas dinámicas, digámosles, “galantes” han pasado a estar
consideradas; casi, casi; como actos constitutivos de delito. No estoy refiriéndome
aquí a comentarios, gestos o actitudes de índole sexual inequívocamente
groseras y de acentuado mal gusto; que…, si bien, son dignas de reproche, no
hacen sino confirmar la reducida integridad y capacidad intelectual de quienes
las manifiestan. Menos aún busco justificar aquellas conductas que atentan
contra la DIGNIDAD (para nada casual en este caso el empleo de las mayúsculas)
o la integridad física de las personas en cualquiera de sus formas.
No obstante, me gustaría apuntar que
no fue hasta haber recalado a territorios qarpadios que no fui consciente de la
paulatina pérdida, que se ha estado experimentando en muchos lugares, en
relación a determinadas conductas asociadas tradicionalmente con la primavera. La
cada vez más despótica corriente de “corrección
política”, que parece impregnarlo todo, tiende a inmiscuirse demasiadas
veces en terrenos de índole puramente íntima y personal, haciendo que, muchas
veces, individuos que de mutuo acuerdo disfrutan y desean prestarse a ciertas
alternativas de “cortejo”, renuncien
a ellas por miedo al “qué dirán”.
Sé que, por el mero hecho de
haber manifestado este sentir, ya habré obtenido un buen número de papeletas
para acabar siendo tildado de retrógrado, pero, si se me ha leído con atención,
se puede comprender perfectamente tanto el alcance como el límite de mis
palabras. Además, aquí, en Qarpadia, no da la impresión de que se le preste demasiada atención a ese tipo de consideraciones
derivadas de una moral más bien corrompida y perversa, puesto que…; ya sea en
primavera o en cualquier otro momento del año; se respira una marcada y
permisiva tendencia encaminada a que fluya cierta “amoralidad cooperativa”.
Alguna ventaja habrá de tener
cuando parecen prestarse a ella de tan buen grado.
Para algunos casos somos muy europeos... para otros no hemos salido de la esquina. Y hoy en día lo políticamente correcto hace que hayamos perdido en otros aspectos...
ResponderEliminarA nadie le importa las cosas de dos y para dos... y sin embargo...
Buen manifiesto.
Mil besitos y feliz día.