Impresiones desde la frontera.




Todavía resta un último paso antes de poder retornar al núcleo de la nación invisible. Una escala intermedia previa a mi desembarco en la ciudad tras el sol. Pero..., aún así, desde el pequeño cuarto que ocupo en una de las modestas y abundantes islas de la periferia, ya me siento arropado por la peculiar esencia que inunda estos esquivos confines. Las fragancias que llegan hasta mi tienen un efecto balsámico, los colores parecen más vivos y hasta la luz del sol se me antoja diferente a la de cualquier otro lugar.

Mientras me voy aclimatando de nuevo, e intento que mi oxidado "qarpiq" recupere algo de su excasa de fluidez, me doy cuenta de hasta qué punto echaba de menos el ordenado caos por el que se rigen estas tierras y estas gentes. Me he sentido como un extranjero en mi propio país y, ahora, tengo la agradable sensación de estar regresando al hogar.

Ya tengo ganas de sumergirme, una vez más, en los cambiantes paisajes que es capaz de procurarle al viajero este universo vedado, de empaparme con los enrevesados paradigmas que definen a esta sociedad, pero, sobre todo, anhelo desprenderme de la careta que he tenido que portar de forma obligada. Ya no es necesario fingir porque, al fin, estoy en casa.

Comentarios

  1. Feliz de poder compartir contigo la aventura, de volverme a adentrar en las sorprendentes callejuelas, impregnarme de sus aromas y continuar deseando saber más.

    Espero que tengas un plácido viaje y una mejor estancia.

    Besines dulces
    A Tus pies

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    Respuestas
    1. Siendo contigo..., INMEJORABLE.

      Un beso y un azote mi dulce, y "asociada", sierva.

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