La presencia discreta.
Puede estar sin ser
vista,
como el aire
y, como el aire,
viene a prestarme su
aliento.
Sin hacerse notar;
etérea y, al tiempo,
sentida;
fija su aroma a mi
cuerpo
impulsada por el
viento.
Ligera en su ánimo,
desprendida,
se intuye siempre
a mi lado.
No hay distancias que
la alejen
ni sucesos que
amilanen
su compromiso y sus
ganas.
No hay discursos que
la impulsen
a abandonar los
preceptos
de su sentir
generoso.
Es el libro
indescifrado
donde habitan los
enigmas
de los placeres
ignotos
que atestiguan sus
palabras.
Quieta y serena,
como océano que
duerme,
guarda el secreto
en sus aguas
profundas.
Sólida y vaporosa,
cercana estando
distante.
noble aún siendo
tramposa
y, en la ausencia,
vigilante.
Versos que la visten con una belleza etérea y corpórea a la vez.
ResponderEliminarMil besitos.
Una vez mas la emoción me sobrecoge al verme egoistamente reflejada en Tus palabras, pues aunque indigna merecedora de ellas es mi mayor anhelo servirte de ese modo, es mi meta y mi ilusión, y no sólo eres capaz de verlo sino de imprimirlo con una gran belleza.
ResponderEliminarGracias mi Señor
Besines dulces
A Tus pies
Bellas letras, Caballero. Discreción es lo que define a una persona que ama y se entrega así. Y la hace muy digna.
ResponderEliminarMis saludos.