Rincón obsequioso.

Son muchos los lugares en los que…, por estas fechas, se tiende a abusar un poco del hábito de regalar (muchas veces sin venir demasiado a cuento), justificándose el hecho en una mal entendida tradición de no desmarcarse de aquellas directrices que ya tenemos como asumidas.

No obstante, independientemente del momento o de la ocasión, a veces resulta bastante sano recurrir a un oportuno ejercicio de egoísmo para autocomplacerse con aquello que verdaderamente nos ilusiona o que, hasta incluso, necesitamos de manera inexcusable.

Nadie mejor que nosotros mismos para saber cuáles son nuestras carencias o necesidades dependiendo de las circunstancias. Así que…, con vuestro permiso, este humilde cronista va a tomarse un par de semanas de vacaciones para desconectar un poquito, hacer balance y encarar un nuevo ciclo con energías renovadas.

Mis mejores deseos para todos vosotros durante estas fiesta y…, lo que es más importante, fuerza, fortuna y algo de desenfreno (lo justo y necesario) para el nuevo año.

Que disfrutéis todos de una muy feliz, e “iniciática”, jornada de domingo.