Discípulos de la brisa.

 


Calor sobre el asfalto encendido

por un sol de justicia

que asfixia toda apetencia

ahí afuera.


Cae la tarde

y en la penumbra

se disipan los reparos.


Llega el vespral puntualmente

con su frescor oportuno

a sacudir la apatía

y elevar nuestros instintos

en remolinos danzantes.


Trae consigo a las estrellas

y las posa sobre el cielo

con delicadas maneras

para alumbrar con destellos

el vaivén de los amantes.


Veleros en singladura que...,

aunque prescindan de trapo,

buscan el barlovento

para atrapar ese aliento

que les conduzca a sus sueños

en una mar vespertina.

Comentarios

  1. En el calor nocturnal, la vida tiene otro sentido.
    Hace tiempo que no aparezco pero la vida no me llega. A ver si puedo regresar a cierta normalidad.
    Mi sonrisa

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    Respuestas
    1. No hay necesidad alguna de excusarse Mağ.
      Como ya sabes, tampoco yo es que este demasiado pendiente de mantenerme al día con la "correspondencia".
      Además, aunque me encanten tus visitas, no se trata de ninguna obligación.
      Disfruta de tus días y de tu gente, eso es lo principal.
      Siempre tendrás un rinconcito reservado para ti en esta ciudad para que vuelvas siempre que puedas y... quieras.
      Un abrazo.

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